Este insumo ha incrementado su costo debido a dos factores internacionales: un efecto tardío en la reducción gradual de la producción estadounidense de gas, la cual se vio afectada por la pandemia de coronavirus y un importante aumento en la demanda industrial del continente asiático, principalmente en China por la reactivación de sus plantas petroquímicas. Adicional a esto se ha presentado un incremento de inversiones en gas LP como commodity, lo que también ha presionado el precio a la alza.
Todas estas variables han generado que el precio del “Mont Belvieu”, la referencia internacional para la venta de gas LP, haya aumentado de manera acelerada desde el inicio de este año. En México, ante la escalada de precios, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) determinó recientemente un “monto máximo” de 21.78 pesos por litro. Por su parte, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) ha advertido que fijar tarifas, podría generar escasez e incremento de precios. “Únicamente en mercados en los cuales no existen condiciones de competencia deben establecerse precios máximos”.
Cabe señalar que la misma Cofece tiene abiertas tres investigaciones en el mercado de gas LP, con la finalidad de determinar si el sector opera en condiciones de competencia o si los participantes en el mercado han acordado acciones conjuntas para aumentar el precio del hidrocarburo, con el fin de traspasarle alevosamente los incrementos a los consumidores.
Como respuesta a la medida de precios máximos, los gaseros anunciaron que por tiempo indefinido dejarían de repartir gas, debido a la disminución de sus ingresos. El Gremio Gasero Nacional pidió a las agrupaciones de la Ciudad de México y Estado de México no salir a laborar, “debido a que no se cuenta con las condiciones operativas necesarias ante esta directriz de emergencia”.