Cual rey sin ropas AMLO salió ayer a darnos un plan de recuperación económica que nadie tuvo el valor de decirle que no era un plan. O que le dijo y no hizo caso.
Su discurso fue una simple reiteración de que continuará haciendo lo que ha hecho desde 2018, y fue evidencia contundente de que no se da cuenta que no hay recursos suficientes, ni herramientas adecuadas para atender el tipo de crisis que está desatando la cuarentena del COVID-19.
Es evidente que Arturo Herrera no le dice, o no ha podido decirle a AMLO, que no trae ropas. Así, mientras la semana pasada el mismo Arturo Herrera le aseguró al Congreso de la Unión que la economía mexicana se contraería en promedio dos puntos porcentuales en 2020 (lo que significa una pérdida de 400 mil empleos), AMLO aseguró en su informe que “vamos a crear en nueve meses dos millones de nuevos empleos”.
No hay manera de que lo que dice AMLO sea cierto si las cifras de Herrera son ciertas. Alguien está mintiendo y todo parece indicar que el que no trae ropas es AMLO, y el que lo tiene paseando desnudo, es Arturo Herrera, sin poderle decir nada.
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María Luisa Albores tampoco le ha dicho, o no ha podido decirle a AMLO, que no trae ropas. Así, mientras los datos de la Secretaría del Bienestar han mostrado que existen solo 22 millones de beneficiarios de los programas sociales, AMLO aseguró en su informe que a fines de 2020 todos los pobres de México contarán con la protección del gobierno y de la sociedad solidaria.
No hay manera de que lo que dice AMLO sea cierto si las cifras de Albores son ciertas. En México hay 52 millones de pobres y duplicar los programas sociales sin mayor presupuesto, y sin cambiar el diseño de éstos, es imposible. Los programas no atienden, por definición, a grandes categorías de pobres como los adultos urbanos. Más aun, los programas no han podido expandirse, aún si se ha querido. Los servidores de la nación no tienen capacidad, ni protocolos bien diseñados, ni suficientes herramientas de trabajo para aumentar en 58% su cobertura en 8 meses.
Luisa Alcalde, secretaria del Trabajo, debería decirle a AMLO que no trae ropas. Que no puede en el mismo discurso decir que ahora ya no va a ser como antes, que ya no se van a disminuir los salarios de los trabajadores, y en el mismo discurso, anunciar que le bajarán los sueldos a los trabajadores del Estado y que se les quitará su aguinaldo. AMLO, sin ropa, le pide a los empresarios que mantengan los salarios íntegros de sus trabajadores al tiempo en que le reduce los sueldos a los suyos.
Algo no cuadra si AMLO le pide a Luisa Alcalde proteger a los trabajadores y no puede proteger ella misma a los de la Secretaría del Trabajo.
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El gabinete económico en su conjunto no ha podido decirle a AMLO que no tiene ropas. Y ya va siendo tiempo de hacerlo. Como ellos saben, el fondo de estabilización, los fideicomisos y las propiedades que se expropien a criminales, no serán suficientes para atender la magnitud de la crisis. Gran parte del Fondo de Estabilización ya se usó el año pasado y varios de los fideicomisos están protegidos por ley. Como ellos también saben, los créditos no son suficiente apoyo para una crisis que combina problemas de oferta y de demanda.
AMLO debe recapacitar y presentar un plan de recuperación económica que sea un plan de verdad. Lo que nos mostró esta semana es insuficiente y causará mucho sufrimiento en las personas más pobres.
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