“Tenemos que generar conciencia, tenemos que comprender el riesgo, si no lo comprendemos no lo podemos gestionar”, me explicó Martha Herrera, la directora de Arise México, constituido hace un año, y que hoy reúne a 200 organizaciones, incluyendo empresas, universidades y gobierno.
Se trata una alianza del sector privado impulsada por la ONU y enfocada en la construcción de comunidades sostenibles. Una vez que comprendemos el riesgo de cada uno y de nuestras instituciones hay que administrarlo, “hacer planes y focalizarlo en aquellas comunidades que son más vulnerables”, dice Herrera, también presidenta de la Red Mexicana del Pacto Mundial de las Naciones Unidas.
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Arise organizó la semana pasada el foro "Resiliencia para todos: la importancia de comprender el riesgo" en la Ciudad de México. El nivel de análisis técnico y social del evento hacen pensar que hay mucha gente enfocada en que no se nos vuelva a olvidar que las catástrofes pasan. Participaron entre otros la Oficina de Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastre, y la Secretaría de Gobernación mexicana, junto con varias organizaciones del sector privado.
Algunos apuntes de lo que se dijo allí: el precio del riesgo no está incluido en los bienes raíces, lo que hace que el riesgo no se mitigue (ejemplo no polémico: el precio del terreno a nivel del mar en Miami); el seguro de riesgos en México debería ser obligatorio; no hay que reinventar la rueda, sino buscar las mejores soluciones para los problemas donde los hayan resuelto mejor (sismos en Tokyo, huracanes en Florida, agua en Holanda, fuego en Londres); no hay una solución para todos las situaciones, pero hay que tener claro qué se puede hacer financieramente antes o después del evento, cuando el riesgo se toma (fondos contingentes o asignaciones presupuestarias) o se transfiere (seguros).
La frase “Build better before”, construye mejor antes, debe ser aplicada permanentemente: después de un desastre debemos evitar reconstruir el riesgo (prohibir los asentamientos en la zona, construir con técnicas mejores). Incluir a las comunidades en las tomas de decisiones. Voluntad política.