OPINIÓN: Manual para entender la liberación de Elba Esther Gordillo
Nota del editor: Marco A. Morales es Investigador Afiliado al Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Su cuenta de Twitter es @marco_morales . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas del autor.
(ADNPolítico) – Hace unas horas el primer Tribunal Unitario concedió la libertad a Elba Esther Gordillo , quien había permanecido más de cinco años detenida. Durante este tiempo fue absuelta de cada una de las acusaciones en su contra.
Es difícil saber si esta acción fue resultado de la imputación de cargos falsos, cambio en la voluntad política para mantener la acusación o negligencia en la formulación de los expedientes presentados por la parte acusadora. Los expertos legales seguramente tendrán opiniones sobre la materia.
Pero más allá de las implicaciones legales y de las decisiones que sustentaron este proceso que culmina este miércoles, la liberación de Gordillo tiene una importancia política innegable. Tres reflexiones al respecto.
Primero
El encarcelamiento de Gordillo, meses después de haber iniciado la administración de Enrique Peña Nieto, siguió el manual priista tradicional: encarcelar a una figura que amasa una gran cantidad de poder como una señal para apaciguar posibles rebeliones en el país.
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En sus manos Gordillo tenía el poder de paralizar secciones importantes del país a través de uno de los sindicatos magisteriales. Encarcelarla neutralizaba esta posibilidad. Una ventaja adicional era la señal clara para quienes se opusieran a la reforma educativa que se avecinaba.
Segundo
La liberación de Elba Esther sucede también en el mejor estilo priista. Una vez cumplido el objetivo, estos personajes podrían retirarse a la vida privada en el mayor silencio. La novedad aquí es que Gordillo es liberada antes de que termine la administración. Habrá que esperar a la conferencia de prensa que dará al final del mes para ver si se retira en silencio de la vida pública… o no.
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Tercero
Culpable o no, Gordillo era uno de los íconos más notables de la corrupción e impunidad priista. Con intención o no, la administración actual se encargó de generar nuevos íconos que la reemplazan. De ahí que sea aún más extraño que se libere a Gordillo a unos meses del cambio de poder. El gobierno entrante ha prometido amnistía a las administraciones previas. Presumiblemente esto implicaría no recurrir a la práctica que llevó a Gordillo a la cárcel.
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