OPINIÓN: ¿Por qué AMLO salió corriendo del debate?
Nota del editor: Caleb Ordóñez Talavera (1984) es abogado, comunicador y especialista en Periodismo digital por la Universidad Complutense de Madrid. Siguelo en Twitter como @CalebMx . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.
(ADNPolítico) – Ya mucho se dijo del primer debate donde los candidatos se enfrentaron y demostraron que lamentablemente, a poco más de dos meses de la elección, el lodo de acusaciones se lanzará de un lado a otro cada día hasta el primero de julio.
OPINIÓN: La fotografía del primer debate
Las encuestas post debate juegan un papel importante, pues hay una constante que impera en la mayoría de ellas: José Antonio Meade parece desdibujarse y caer, para algunos expertos en manejo de crisis el ciudadano-priísta requiere hacer un golpe de timón en una campaña que parece ir en picada y este primer paso en falso podría desfondar sus anhelos de triunfo. Meade no conecta con algún público en particular, aunque preparado y experimentado, parece no tener brújula y parece que no logra ser una opción para los indecisos o para el votante antiAMLO. Cuando Felipe Calderón parecía estar estancado, cambió toda su campaña y le funcionó, Meade podría estar en el momento indicado de hacer lo mismo.
nullY es que sin dar un gran debate, incluso acartonado, antipático y sin despertar emociones, Ricardo Anaya ganó más que cualquier otro candidato, pues logra abonar en sí, una imagen combativa y pareciera que se podría despegar de su empatado rival Meade, pero algo le falta para conquistar al elector que está enojado. Anaya no enamora.
OPINIÓN: La imagen que proyectaron los candidatos en el debate
Ricardo Anaya Cortés, Andrés Manuel López Obrador, José Antonio Meade Kuribreña, Jaime Rodríguez Calderón y Margarita Zavala tuvieron la valiosa oportunidad de afectar a su favor la percepción del electorado, pero será difícil saber con certeza qué tanto pudieron sumar o restar luego de su presentación.
“El Bronco” sin duda fue un factor de atracción y los cientos de “memes” que se fabricaron con sus frases, lo acreditan. Sin embargo, no gana un debate quien se populariza, sino quien logra posicionarse con una imagen “presidenciable”, y a pesar de que Margarita Zavala tiene experiencia en el tema, no fue quien se mostró de esa manera. Para muchos, fue AMLO quien supo abordar los temas de manera más correcta y logró esquivar los golpes de quienes llama “los montoneros”.
El montón para AMLO
Todos sabíamos que Andrés Manuel sería el candidato más golpeado. De antemano ya existía la amenaza de que tratarían de sacarlo de sus cabales y mostrarlo como intolerante. Pero al parecer ninguno lo logró. Anaya le insinuó la locura con su frase: “Plantear el perdón a los criminales es una locura que generaría inestabilidad en el país”, luego fue Meade quien se dirigió directamente y le dijo: “No hay duda que estás haciendo equipo con los malos, que estás haciendo equipo con los que están haciendo el mal en la sociedad”, e incluso, un momento incómodo fue cuando el Bronco se acercó a López Obrador.
OPINIÓN: ¿Quién aprovechó mejor el debate?
Pero nada parecía afectar el ánimo del tabasqueño, que aunque no iba por el triunfo y con el empate le bastaba, en ciertos momentos lideraba el formato y parecía que podía llevarse la victoria, se veía fresco, sereno y en ocasiones hasta aburrido de sus contrincantes. Todo iba bien.
El fantasma de Peña Nieto
Hace seis año todo era distinto, Enrique Peña Nieto punteaba en casi todas las encuestas y era un “fenómeno electoral” en cierto sectores donde conectaba fuertemente. Mientras que López Obrador tenía una sola misión: evadirlo.
OPINIÓN: Primer debate, ¿un cambio sustancial en la campaña?
En cierta ocasión dentro de la etapa electoral, el actual presidente vio a lo lejos a AMLO y se apresuró a saludarlo, estrechando a todo lo largo su mano, esto sorprendió al entonces candidato del PRD, quien después de un par de segundos sin reacción, no tuvo de otra y terminó dándole la mano al priísta, momento que quedó inmortalizado con decenas de fotografías y que luego se viralizaron, se daban entonces distintas lecturas, pero Peña Nieto se llevó la mejor impresión.
nullTraigo a memoria esta historia, pues al final del debate sucedió algo que algunos no dejamos de percibir. López Obrador se fue rápidamente, sin despedirse, sin estrechar la mano de alguno de sus adversarios; casi corriendo, incluso saltó para bajar del escenario, lo que pudo haber provocado un accidente aparatoso por la poca visibilidad. ¿Sigue siendo la estrategia de López Obrador evadir a sus adversarios? ¿Los odia? ¿Se considera mejor que ellos? ¿Tocarlos podría provocar que se contagie?
Lee: Además de los ataques, ¿qué propusieron los candidatos en el debate?
Luego de un debate bien librado, AMLO dio señas de cierta arrogancia e incluso prepotencia, solo por un desplante. Quizá es una lectura equivocada, he platicado un par de veces con él y nunca me ha parecido un hombre altanero, mucho menos mal educado. Pero esos errores que cometen los candidatos que van –muy- encima en las encuestas pueden resultar sumamente costosos.
El problema no es el mensaje, sino la actitud
Podrán haber cientos de encuestas preguntando acerca de por quién votará la gente o por quién no votará, sin embargo una pregunta que deberían de evaluar los expertos en sondeos podría ser: ¿cuál de los candidato considera que es más arrogante? Quizá nos daríamos cuenta de que estas campañas no “prenden” el ánimo del elector, que muy pocos están entusiasmados, pues los candidatos registrados no muestran el valor imprescindible de la política: la generosidad.
OPINIÓN. La claridad en la rendición de cuentas, ausente en el debate
Este último desplante puede ser una alerta, no solo para AMLO, sino para los demás candidatos que quieren gobernar un país profundamente dividido y enfrentado socialmente. Cientos de miles de indecisos están buscando la figura de un líder que una al país, que pueda representarnos frente a los retos que nos presenta el destino como el desprecio de Trump, el crimen organizado que nos tiene siempre amenazados, entre muchos otros flagelos.
Candidatos, en el mejor talante, es una buena idea que firmen un acuerdo, que no enloden más la elección y que brillen las propuestas por encima de los ataques de los que la gran mayoría estamos cansados. ¿Quién le entra?
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