El nombre de Juana Barraza Samperio, mejor conocida como la Mataviejitas, volvió a tomar auge después de que este miércoles autoridades capitalinas informaron que se trasladó al Hospital de Xoco por una fractura en el fémur.
La mujer cumple una sentencia en el penal de Santa Martha Acatitla de 759 años de prisión, por su responsabilidad en 16 homicidios de personas de la tercera edad y 12 robos a casa habitación.
El caso de la asesina serial cobró relevancia entre la sociedad pues a principios de la década de los 2000, comenzaron a salir a la luz pública casos de mujeres adultas mayores que fueron asesinadas en su propio hogar.
Juana Barraza Samperio nació el 27 de diciembre de 1957 en Epazoyucan, Hidalgo, su padre abandonó a su madre llevándose a su hermano, por lo que deciden mudarse a la Ciudad de México.
La madre de la Mataviejitas la maltrataba, además de que la intercambiaba por alcohol, lo que generó un resentimiento hacia las personas adultas mayores.
De acuerdo con su testimonio, un hombre identificado como José Lugo, abusó de ella desde los 12 hasta los 17 años, tuvo un aborto a los 13 años.
En su vida amorosa sufrió engaños, violencia y maltrato, por lo que decidió vivir solamente con sus cuatro hijos. El mayor murió a los 24 años durante una riña callejera.
A los 30 años, comenzó una carrera como luchadora profesional en el cuadrilátero, bajo el nombre de La Dama del Silencio.
Su gusto por la lucha libre la llevó a convertirse en luchadora profesional bajo el nombre de La Dama del Silencio.
Sin embargo, en una de las luchas, se lesionó la columna y tras la advertencia médica de quedar inválida de seguir en el deporte, decidió retirarse del cuadrilátero. Sin embargo, se empleó como promotora de Lucha Libre.
A la mataviejitas la detuvieron en 2006 elementos de la policía capitalina después de que cometió el asesinato contra Ana María, una viuda de 82 años y quien vivía en la colonia Moctezuma, alcaldía Venustiano Carranza.
De acuerdo con las investigaciones, la mujer regresaba a su domicilio cargando bolsas y caminando lentamente, cuando Barraza se le acercó y le ofreció llevarla hasta su casa.
En el departamento, Juana le comentó que se dedicaba a hacer servicios de lavado y planchado, la mujer de 84 años le ofreció 22 pesos por una docena de ropa, pero Barraza le respondió que era muy poco. Como respuesta sólo escuchó que Ana María refunfuño: ‘Así son siempre las gatas, quieren ganar demasiado’”.
Juana Barraza tomó un estetoscopio que se encontraba sobre la mesa, se puso detrás de la anciana y utilizando el cordón de caucho rodeó el cuello de Ana María, y la ahorcó hasta dejarla sin aire. Barraza escapó del lugar, sin embargo, el joven que vivía con la anciana llegó al lugar y encontró a la mujer muerta.
Tras llamar a la policía y realizar una breve persecución, atraparon a Barraza, quien coincidía con el retrato hablado de un asesino serial que los medios de comunicación habían nombrado el mataviejitas.
La entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal le atribuyó su primer feminicidio en la década de los 90. De febrero a septiembre del 2005, Juana Barraza cometió 13 asesinatos.
El 10 de octubre de ese mismo año, el procurador capitalino describió el perfil del asesino serial (que en ese entonces afirmaban que los cometía un hombre vestido de mujer), como poseedor de una mente “brillante, muy hábil y precavido".
En enero del 2006, la mujer había cometido homicidios en 27 colonias de nueve delegaciones.
Tras su captura, el Ministerio Público señaló que sería responsable de al menos 10 asesinatos de mujeres de la tercera edad.
Después de llevarse a cabo las audiencias en su contra, el juzgado 67 penal del reclusorio femenil de Santa Marta Acatitla, condenó a 759 años de prisión a Juana Barraza por el homicidio de 16 mujeres de la tercera edad, sin embargo, la pena máxima que se le puede dar a una persona es de 50 años, por lo que la Mataviejitas podría salir de prisión cuando tenga 98 años.
