Mujeres en la ciencia y la tecnología: Pilares para el desarrollo de la sociedad
Expansión conversó con dos mujeres que trabajan dentro del mundo de la ciencia y la tecnología para conocer su percepción sobre el desarrollo femenino en estas áreas. Estas son sus historias.
A lo largo de la historia, el sector de la ciencia y la tecnología ha sido representado principalmente por hombres, las mujeres han sido relegadas de estos espacios bajo la creencia de ser carreras “de hombres”. Su falta de participación va más allá de la voluntad de querer o no formarse en estos campos, está relacionado con la carencia de oportunidades, los apoyos dentro y fuera de sus núcleos familiares y ciertos paradigmas culturales.
El posicionamiento de mujeres en estas áreas abre el camino para que otras avancen, son ejemplo para las generaciones más jóvenes, demostrando que el camino de las carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) también es para ellas.
En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el cual se celebra este 11 de febrero, Expansión conversó con dos mujeres que se desarrollan dentro de ramas fundamentales de cara a la emergencia sanitaria: tecnología y ciencias de la salud.
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Iniciar en el mundo STEM
Para Mariana López, software engineer de la empresa unicornio Konfío y la Dra. Yessica Pérez González, médico infectólogo del Hospital Ángeles, clínica Londres, el ingreso al mundo de la ciencia y tecnología tuvo un factor en común: redes de apoyo. Ambas fueron impulsadas y respaldadas por sus familias para ingresar a su carrera.
En el caso de López, inició estudiando Ingeniería Biomédica, pero conforme avanzaba se dio cuenta que no era el camino que quería seguir; entonces tomó la decisión de hacer un cambio, dejó la carrera y se inscribió en un bootcamp para dedicarse a lo que le apasionaba: la programación.
“Yo ya llevaba cinco semestres en la carrera, además, antes de eso tuve un accidente y perdí un año de escuela, entonces a mí me parecía que iban a ser tres años perdidos. Pero ahora me doy cuenta que no son perdidos y cada persona va a su tiempo”, recuerda López.
Por su parte, Pérez siempre se visualizó en el área de las ciencias de la salud. Es así como forjó su trayectoria en esta línea: primero como Médico Cirujano, posteriormente con una especialización en Infectología y finalmente con una Master en VIH.
“Para mí el apoyo (para estudiar su carrera) fue con mi familia, sobre todo con mi hermana, que creo que con ella puedo abrirme más porque finalmente también es una mujer que trabaja en el área de la salud, siento que me comprende y que fue una de las partes más importantes para mi apoyo emocional”.
La importancia de que existan mujeres en carreras STEM va más allá de la presencia de profesionales femeninas que se dedican a los que les apasiona y sirven de ejemplo. Y es que su ausencia trae afectaciones que incluyen limitaciones de desarrollo en sectores de vanguardia, integración al espacio laboral y reducción las oportunidades de acceder a mejores sueldos. De acuerdo con datos recopilados por el Consejo Directivo del Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección (CIMAD), en México, solo el 38% de las mujeres estudian carreras STEM.
“En un contexto económico de crisis global, en el que además la cuarta revolución industrial está generando nuevas demandas de habilidades para el trabajo, lograr la reducción de la brecha de género es un reto aún pendiente en México y en el que se requiere un tratamiento multisectorial para que las mujeres desarrollen las competencias STEM para el éxito profesional en el siglo XXI” señala el Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa (IPADE Business School).
Por supuesto, las más afectadas de la desigualdad de género y la falta de oportunidades son las mujeres, pero se trata de un problema mayor: de acuerdo con cálculos de Bank of America, si la brecha de género desapareciera, se añadirían entre 12 y 28 billones de dólares al Producto Interno Bruto Mundial (PIB) para 2025, es decir, esa cifra se pierde al no incluir a las mujeres.
Tomando en cuenta lo anterior, las mujeres en el campo laboral, puestos de liderazgo y que se desarrollan en sectores con poca integración femenina, son clave. Pérez González asume su participación en el sector de las ciencias de la salud como una responsabilidad.
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“Yo tengo contacto con mujeres que se encuentran en su periodo de formación como médicos y como especialistas, y creo que me tomo muy en serio mi responsabilidad, porque justamente me parece muy importante enseñarles que existe el apoyo de la parte femenina y también darles el ejemplo de las cosas que se pueden hacer”, comenta.
La infectóloga añade que considera que este apoyo desde la formación es "sumamente importante para que en el momento en que las mujeres lleguen a ser profesionales tengan este background de sentirse apoyadas y de tener -hasta cierto punto- un mentor. Entonces, por qué no fungir, sí como una maestra, pero también como una amiga, como una mentora y tratar de dar este apoyo emocional y profesional a todas las mujeres que se encuentran en desarrollo (...) al final eso las va a convertir en un profesionales de la salud competentes y capaces”.
Mariana López subraya la importancia de las redes de apoyo que surjan desde el hogar y luchen contra otros factores como el acoso que viven las mujeres:
“Siempre es un mundo de hombres o por lo menos el miedo que a mí me tocó es que estás en un salón de dos mujeres y 30 hombres, y el acoso es espantoso (…) es muy duro querer entrar a este mundo y ver un final feliz, pero es posible”.
La ruta para llegar a ese final feliz, dice, se encuentra en la educación y la guía que los padres pueden brindar a sus hijas.
“Deberíamos de empezar a cambiar como sociedad para que a las mujeres no les de miedo, no les inculquemos el miedo (…) hay mucho lugar para las mujeres en la ciencia, creo que si nos quitáramos los tabus, o los papás se quitaran el ‘princesa y muñequita’, porque no tenemos que ser princesas o muñequitas, sólo si así lo decidimos. Como papás es importante que le digamos a las niñas que pueden ser lo que quieran ser y alentarlas mucho a que luchen por sus sueños sin estar pensando en el género. El género no debería ser algo relevante en la profesión", sentenció.