No solo es EU: México también separa familias migrantes, advierte Unicef
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - La pobreza, violencia, extorsión, falta de acceso a servicios y educación llevan a miles de familias de México y Centroamérica a migrar hacia Estados Unidos junto con sus hijos en busca de mejores oportunidades, pero en el camino encuentran adversidad y riesgos que vulneran aún más su situación, en particular las de los menores de edad, advierte el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF por sus siglas en inglés).
“Muchas de las familias que intentan escapar de situaciones desesperantes hacen frente a numerosos problemas y traumas adicionales cuando escogen rutas migratorias irregulares (...) Muchos serán interceptados durante el desplazamiento o al llegar a su destino, donde podrán detenerlos y enviarlos de vuelta a sus países de origen. En ese caso, es muy probable que todos los factores que les obligaron a migrar se intensifiquen”, concluye el organismo en el informe “Desarraigo en Centroamérica y México”.
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En el caso de México —como origen y destino de los migrantes provenientes de Guatemala, El Salvador y Honduras—, la situación enfrenta un doble discurso por parte de las autoridades. Por un lado, se condena la política de “cero tolerancia” implementada por el gobierno de Estados Unidos; pero por otro lado, a lo largo de su frontera sur implementa medidas de reforzamiento para poner freno a la migración, con medidas similares a las que critica, como la separación de familias.
La pobreza, y la esperanza de salir de ella, empujó a la familia de Eric a emigrar de Honduras a EEUU. Pero tras 4 meses retenidos en México, fueron deportados a su país. Ahora son más pobres que antes y están al borde del desahucio #AnteTodoSonNiños https://t.co/KbrDHh4ouX pic.twitter.com/s2J5XPza7H
— UNICEF ComitéEspañol (@unicef_es) August 16, 2018
Los peligros de la travesía
La violencia es uno de los factores que empujan a miles de personas a abandonar sus países en busca de una mejor calidad de vida. Sin embargo, en su camino hacia México o Estados Unidos la falta de recursos las obliga a viajar por rutas irregulares, lo que representa un riesgo mayor para ellas.
“Los niños no acompañados y las mujeres son quienes asumen más riesgos. Desprotegidos y, a menudo, solos, se convierten en presa fácil de contrabandistas, delincuentes, bandas organizadas, fuerzas de seguridad y otros individuos”, advierte el estudio.
En algunos casos y ante el reforzamiento de medidas anti-inmigración en la frontera sur, los migrantes también recurren a ‘coyotes’ que pueden cobrarles entre 3,500 y 15,000 dólares en caso de que tengan que trasladar a menores sin compañía.
De acuerdo con el estudio, en la búsqueda de evadir las detenciones o deportaciones a sus respectivos países, las personas se exponen a peligros mayores como extorsión, abusos e incluso explotación por parte de traficantes de personas.
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Separación de familias, una experiencia ‘traumática’
La detención y separación de familias migrantes no es una práctica exclusiva de Estados Unidos. En el informe presentado por Unicef se asegura que México también incurre en esa práctica, que es señalada como una “experiencia traumática” con consecuencias de estrés a largo plazo para los menores .
Los centros de detención en México operan bajo un esquema de encierro sin que los menores de edad tengan posibilidad de salir ni hacer uso de servicios, que se puede extender por semanas o meses.
“Casi 60,000 niños migrantes estuvieron retenidos en centros de detención entre 2016 y 2017. Normalmente, a los niños de 12 años los llevan a una zona separada, incluso si van acompañados por sus familias, mientras que los niños más pequeños se quedan con sus madres”, indica el documento.
El desafío de la reintegración
Otra advertencia que hace el estudio es sobre la falta de claridad en las decisiones de las autoridades migratorias para hacer las repatriaciones, lo que abre dudas sobre si en ellas se privilegia el interés superior de los migrantes, en especial de los menores, lo que dificulta la reintegración a su comunidad.
Esta situación se acentúa por la falta de capacidad y recursos de los países que los expulsaron —en especial de Centroamérica— para recibirlos de vuelta, así como por las situaciones precarias de los migrantes a su retorno, como la falta de dinero a consecuencia de los gastos que del viaje.
“Esta presión económica puede dejar a los niños y a las familias sin hogar o sin los recursos necesarios para pagar elementos básicos como alimentos, atención médica o una matrícula escolar”, dice el informe.
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¿Qué recomienda la Unicef?
El organismo internacional propone un plan de acción que atienda de manera integral el fenómeno de los menores migrantes desde los motivos que los llevan a emprender el viaje hasta medidas de reintegración y combate a la discriminación. Estas son las sugerencias:
- En lugar de invertir en medidas punitivas a la migración de indocumentados, el organismo recomienda que México y EU inviertan en medidas que ayuden a mitigar la pobreza y violencia en El Salvador, Honduras y Guatemala.
- Como una alternativa a la detención y separación de familias, la Unicef plantea esquemas de atención basados en la comunidad, en albergues y hogares de acogimiento.
- Respetar la unidad familiar puede ayudar a los migrantes a que hagan aportaciones en las comunidades de acogimiento, por lo que el organismo insta a evitar separar a las familias o a que, en caso de que una familia sea separada, pueda reunirse más rápidamente.
- El organismo sugiere también activar mecanismos de emergencia, como una línea de atención para la denuncia de situaciones de riesgo, además de poner en marcha procedimientos judiciales adecuados para los niños.
- Para acelerar la reinserción, también propone la creación de centros de atención especializada que permitan a los migrantes en retorno reincorporarse a sus comunidades y centros escolares. Asimismo, propone la creación de instituciones dedicadas a la protección de infantes, sobre todo aquellos que no pueden regresar a sus hogares.