Ebrard, ante el reto de equilibrar la relación con EU y mirar al resto del mundo

La relación con Donald Trump, la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el combate al crimen en ambos lados de la frontera y la atención al tema migratorio son algunos de los temas que Marcelo Ebrard deberá incluir en su agenda como canciller en el próximo gobierno de izquierda.

El exjefe de gobierno de la Ciudad de México es el nominado del virtual ganador de la elección presidencial, Andrés Manuel López Obrador, para ocupar la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), un puesto que originalmente sería ocupado por el diplomático Héctor Vasconcelos, quien tendrá un escaño en el Senado y quien se encamina a ser el presidente de la Comisión sobre el tema.

Egresado de la carrera de Relaciones Internacionales por el Colegio de México, Ebrard ocupó brevemente la subsecretaría de Relaciones Exteriores entre 1993 y 1994, en el periodo en el que el finado Manuel Camacho Solís fue titular de la Cancillería, durante el sexenio de Carlos Salinas. Casi dos décadas después, al término de su mandato como jefe de gobierno ocupó la titularidad de la Red Global de Ciudades Seguras, entre 2012 y 2014.

Más allá de su experiencia en la materia, expertos en política exterior consideran que uno de los temas en los que Ebrard debe poner atención es la conformación de un equipo con experiencia diplomática y una agenda con visión global.

"Tendrán cinco meses para fijar una agenda seria. Los mexicanos esperamos que fijen una agenda responsable, una agenda que esté a la altura de la nueva geopolítica internacional, que no solo se enfoque a las relaciones diplomáticas (...) hay que ser responsables y maduros", considera Julio Jiménez, académico de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle.

Para Jesús Gallegos Olvera, catedrático del Centro de Estudios Navales y doctor en Ciencia Política por la UNAM, el cambio realizado por López Obrador para que Vasconcelos se quede con un escaño y Ebrard a cargo de la Cancillería, se debe a que el Senado tiene cada vez más peso en las decisiones de política exterior tomadas desde el gobierno.

"Lo que se nos ofrece es una adecuación en virtud de considerar la importancia que tiene el Poder Legislativo (particularmente en el Senado) en la conducción de la política exterior", señala.

¿Qué retos le esperan a Ebrard en su próximo encargo? Aquí lo comentado por los expertos:

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América del Norte

• Renegociación del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN)
• Migrantes
• Seguridad transfronteriza y narcotráfico

La relación con Canadá y Estados Unidos, pero en particular con este último —bajo la administración de Donald Trump— será uno de los desafíos más importantes para el próximo Canciller, quien tendrá que enfocar sus esfuerzos en tres temas prioritarios: el comercial, de migración y de seguridad transfroteriza.

Para Jiménez la reunión entre el secretario de Estado, Mike Pompeo, el candidato ganador, López Obrador y Ebrard el próximo 13 de julio pondrá a prueba las capacidades del exjefe de gobierno en política exterior.

"(El encuentro) será el examen de admisión para medir su capacidad de negociación, para evaluar su capacidad diplomática y visualizar el futuro de la agenda internacional de nuestro país", señala el académico.

Gustavo López Montiel, académico del Tecnológico de Monterrey, señala que uno de los factores que serán determinantes para la relación bilateral será la conformación de un equipo con expertise en negociación, así como los nombramientos que se den en puestos clave como la Embajada y la representación de México en la ONU.

En materia migratoria, Jiménez considera prioritario que el próximo gobierno haga un pronunciamiento firme para condenar la crisis que se vive en aquel país, en particular con el trato dado a niños migrantes, quienes han sido separados de sus familias y colocados en centros de detención.

"México ha guardado silencio, yo quisiera escuchar un pronunciamiento del futuro canciller para ver este escenario de congruencia", exigió.

Otro tema que no debe quedar fuera de la agenda es la colaboración para mejorar la seguridad en ambos lados de la frontera, en particular en temas como el narcotráfico y el ingreso ilegal de armamento de Estados Unidos a México.

"El reto se da en función de establecer una relación pragmática con Estados Unidos (...) en temas de armas y combate a la delincuencia organizada y una cooperación bilateral que nos permita fortalecer la experiencia que en algún momento se tuvo con la iniciativa Mérida", considera Gallegos.

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América Latina

• Migración en tránsito
• Derechos humanos
• Relaciones comerciales

Con los países del centro y sur del continente uno de los retos que se asoman para el próximo canciller tienen que ver con el reforzamiento de los lazos comerciales, pero también en temas que tienen que ver con el desarrollo regional, el combate a la pobreza y los flujos migratorios.

Para López Montiel la relevancia que han cobrado en los últimos años países del Medio Oriente y África en la esfera internacional han restado fuerza al protagonismo que tenía México a nivel regional y limitado su capacidad de influencia.

"Más allá de la idea de que podamos tener más colaboración y más relación comercial (con países de América Latina) antes México tenía ciertas capacidades de decisión e influencia en la región, pero ahora son limitadas", señala López Montiel.

Un tema sustancial que deberá considerar la próxima administración, considera Gallegos, es que los vínculos con América Latina podrían ser eclipsados por los términos de la relación con el vecino del norte.

"La relación que pueda establecerse (en esta región) en la próxima administración será de continuidad de un trabajo colaborativo, me parece que América Latina espera más en términos del reconocimiento que tiene López Obrador entre sus líderes", señala el académico.

Europa, Asía y África

• Extender lazos comerciales
• Consolidar relación política

Si bien México ha logrado establecer relaciones comerciales más allá de sus vecinos del norte, un pendiente que arrastra es la consolidación de las relaciones políticas con los países de Europa, África, Asía y Oceanía.

"Tenemos retos significativos, en dar ante el mundo la imagen de un país que no solamente tiene condiciones regionales sino que tiene expresiones globales", considera Gallegos.

Aunque el académico reconoce que México ha diversificado sus lazos hacia otros puntos del orbe, señala que se debe tener una visión multidimensional que no solo considere el aspecto empresarial como ocurre actualmente con Singapur, Vietnam o Indonesia.

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