Ante los altos niveles de inseguridad, la Guardia Nacional se desplegará en todo el territorio de la Ciudad de México, confirmó el presidente Andrés Manuel López Obrador en su conferencia matutina de este jueves.
El mandatario federal dijo que a partir del año pasado –en la administración de Miguel Ángel Mancera– “entraron grupos de la delincuencia organizada” que han ocasionando este problema de violencia en algunas demarcaciones de la ciudad.
"En el caso de la Ciudad de México durante mucho tiempo estuvo bajo control la delincuencia... el año pasado empezó una crisis de inseguridad en la ciudad porque se descuidó la atención en materia de seguridad", dijo el presidente.
López Obrador dijo que la presencia de esta corporación en la capital está acordada con la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, quien el pasado 14 junio anunció que su administración se coordinará con la Guardia.
La presencia de agrupación –conformada por militares y policías federales– ha sido respaldada por los alcaldes de la capital del país.
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López Obrador no precisó cuántos elementos estarán en la urbe, pero aseguró que ya se tiene una estrategia para enfrentar la inseguridad en esta entidad.
Asimismo adelantó que ha venido dándose una disminución en los delitos, pero reconoció que no es suficiente: “hace falta más presencia de elementos y de protección a los ciudadanos de la capital”.
De enero a mayo de 2018, en la Ciudad de México fueron asesinadas 550 personas; mientras que en el mismo periodo de este año la cifra es de 756. Es decir, los homicidios aumentaron en un 27.24%, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
El comportamiento de la violencia en estos primeros cinco meses del año coloca a la capital del país con una tasa de homicidios (7.43) más alta que la del Estado de México (6.24).
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La Ciudad de México también es el lugar donde más robos a transeúntes se cometen: 102.3 asaltos por cada 100 mil habitantes, casi cuatro veces que la tasa nacional.
Además, en dicho periodo acumula 33 secuestros que antecedieron al de Norberto Ronquillo, el estudiante de la Universidad del Pedregal que a inicios de este mes fue asesinado por sus captores, quienes exigieron a la familia una recompensa de medio millón de pesos.
