¿Qué le queda hacer a EPN en los últimos tres meses de gobierno?
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) .- A tres meses de que Enrique Peña Nieto finalice su administración, el actual presidente de México ha sido opacado por quien será su sucesor: Andrés Manuel López Obrador, quien tiene acaparada la agenda nacional y los reflectores.
Así lo consideran expertos consultados por ADNPolítico, quienes coinciden en decir que políticamente el sexenio del priista ya se terminó y al actual presidente solo le queda esperar la culminación formal el 30 de noviembre.
“(Peña) está en un periodo que los estadounidenses llaman un lame duck, es decir que es una persona que sigue a cargo de la administración pública, pero no tiene ya ningún impacto político. Ya se terminó su administración y realmente ya no hay mucho qué hacer”, considera el analista político Macario Schettino.
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Desde el 1 de julio que López Obrador obtuvo la victoria en las urnas, con más de 30 millones de votos, ha encabezado la agenda pública e instruye a su equipo en las tareas para encaminar su Proyecto de Nación. En ese escenario, los especialistas advierten que, de tener un papel protagonista ahora Peña Nieto, juega hoy un papel secundario.
“(Peña) está coordinando un proceso de transición, está coordinando una administración que está reuniéndose con quienes serán sus sucesores, pero no tiene liderazgo en la agenda, no tiene liderazgo ante los medios, y su margen de acción está cooptada a lo que la nueva administración crea que conviene apoyar”, afirma Carlos Elizondo, investigador de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
Para los analistas, los resultados de las pasadas elecciones, donde el candidato del PRI (José Antonio Meade) obtuvo el 13% de la votación, marcaron el inicio del fin del sexenio al que Peña llegó con una baja popularidad.
(Peña) llegó a la elección con una popularidad muy pequeña y ha sido opacado por completo por el presidente electo, lo único que estará haciendo es contar los días que le faltan para irse".
“(Peña) llegó a la elección con una popularidad muy pequeña y ha sido opacado por completo por el presidente electo, lo único que estará haciendo es contar los días que le faltan para irse”, dice Schettino.
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Del ‘Saving Mexico’ al cierre de la renegociación del TLCAN
En el primer año de su administración, Peña Nieto echó a andar una estrategia para transformar al país con una serie de reformas estructurales. Gracias a los cambios que logró impulsar en el Congreso, desde el Pacto por México, el mandatario consiguió el reconocimiento de otros líderes del mundo y la atención de medios como la revista Time, que en febrero de 2014 le dedicó una portada con el título "Saving Mexico".
Sin embargo, justo a finales de ese mismo año empezó una fase marcada por la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el escándalo de la Casa Blanca. Tales hechos, sumados a los actos de corrupción atribuidos a otros gobernadores también militantes del PRI, representaron el inicio de una etapa de declive para el mandatario que terminaron opacando el ciclo reformador.
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En la última etapa de su gobierno, Peña Nieto enfrentó otro reto: la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y sus amenazas para salirse del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) y la construcción de un muro en la frontera que a su decir, México pagaría.
De acuerdo con Elizondo, el caso más obvio del termino del sexenio de Peña Nieto, es la renegociación del TLCAN, donde el equipo del gobierno actual coordinó parte de la negociación, pero en el último tramo entró Jesús Seade, el enviado por López Obrador para el cierre.
El caso más obvio (del fin del sexenio de Peña) es la renegociación del TLCAN, si el gobierno entrante no hubiera estado de acuerdo, el gobierno saliente no hubiera podido hacerlo".
Los últimos días de Peña están contados y habrá que esperar para ver cuál es el futuro de sus reformas.
“Solo el tiempo mostrara qué cosas que hizo Peña iban en el sentido correcto, la historia se construye con el tiempo”, dice Elizondo.
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Con él coincide Luis Carlos Ugalde, exconsejero electoral del IFE, ahora Instituto Nacional Electoral (INE), quien señala que Peña Nieto tuvo aciertos y desaciertos, pero que ahora es muy precipitado hacer un balance objetivo ante los niveles de aceptación de López Obrador y los bajos índices de Peña Nieto.
"Pasará mucho tiempo para que se pueda hacer un balance adecuado de su gestión. La manera como gana López Obrador y la baja popularidad que tiene él van a hacer que lo bueno quede totalmente sepultado, pasará mucho tiempo para que pueda haber una lectura balanceada de su gestión", afirma.
¿Qué puede hacer en los tres meses?
El también consultor de Integralia, Luis Carlos Ugalde, considera que existe la percepción de una "rendición anticipada" del gobierno actual, pues más allá del Sexto Informe de Gobierno y los spots y entrevistas de "despedida", no se está dando una batalla para defender los logros de su administración.
"(Peña) tendría la obligación política y moral de defender asuntos fundamentales para el futuro de México. No significa entrar en confrontación con el gobierno entrante, significa simplemente decirnos por qué el aeropuerto es un proyecto que vale la pena, y por qué la reforma educativa es un asunto muy importante para todos los mexicanos", señala.
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Más allá de eso, el exconsejero dice que está propiciando un proceso de entrega-recepción amigable, en la que los gabinetes saliente y entrante tienen una oportunidad para analizar las cosas buenas que hay.
"Una de las grandes tragedias que estamos viviendo es que las cosas buenas que hizo Peña Nieto en materia de reformas estructurales pueden quedar desvirtuadas por la narrativa de la alternancia de López Obrador, de que esas reformas fueron un fracaso y fueron malas, y eso sería un grave error porque muchas de esas reformas son muy importantes, son positivas, están dando frutos, pero no se está conociendo", dice.
La falta de acción y de destreza intelectual del gobierno saliente puede terminar por opacar las cosas positivas que se hicieron y vale la pena defender.