#Crónica: Jaime Rodríguez Calderón vive un 'bronco' día de campaña en la CDMX
"Mi mamá no tiene la culpa", dice Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco . Se le ve molesto porque cree que nadie tiene derecho a insultar a otro.
Hace apenas un momento, un joven cruzó por el local de Los Gatos Gordos del mercado La Lagunilla —donde el candidato presidencial independiente se sentó a comer un plato de arroz y chiles rellenos de queso—, y le gritó: "¡Bronco, chinga a tu madre!".
Son las 15:10 horas de este lunes y el abanderado trata de convencer a dos mujeres que comen enfrente de que los electores tienen por qué estar enojados con el sistema, no con él.
En medio del trajín propio del lugar y frente a decenas de periodistas y fotógrafos, señala que su apodo no es gratuito porque él no se deja de nadie. Sin embargo, agrega que también es alegre y, aunque entiende el hartazgo que hay hacia los políticos, le duele que aludan a su mamá, a quien describe como su "héroe".
"Mi héroe no es (Emiliano) Zapata, ni (Francisco) Villa, ni (Venustiano) Carranza, ni (Benito) Juárez. Mi mamá es mi héroe", afirma.
El presidente que atendería por WhatsApp
El Bronco llega a La Lagunilla para su tercer día de campaña, luego de que la semana pasada el Tribunal Electoral le abrió la puerta para estar en la boleta —a pesar de los cuestionamientos a sus firmas de apoyo ciudadano— y de que arrancó actividades el sábado, en Monterrey .
Para este lunes se había anunciado que estaría en otro mercado, el de La Merced, pero el lugar se cambia de última hora. Según cuenta a ADNPolítico uno de los organizadores, esto se debe a que el abanderado no encontró a alguien que pudiera garantizar su seguridad dentro del recinto.
En La Lagunilla, su equipo cita al recorrido en la esquina de la calle de López Rayón con Allende, pero pasadas las 14:30 horas el candidato todavía no aparece. Entonces, uno de los comerciantes comenta que lo vio en el área de comida, ubicada enfrente, lo que desata una avalancha de periodistas que corren para aquel pasillo.
Dentro de esa zona, Leticia Jaimes Beltrán, dueña del local donde come El Bronco, lo confronta y le exige una propuesta para acabar con la corrupción en los mercados.
Él responde que bajará el IVA y el alza en los precios de la gasolina, pero la comerciante 'se pone bronca' y revira: "Pero yo ni coche tengo...".
"Mi primera propuesta —insiste él— es que me ayudes a quitar a los partidos, que me ayudes para que yo pueda tener el poder de quitar a todos los huevones del gobierno".
Uno de sus colaboradores le pasa su iPhone y él muestra un mensaje que supuestamente un ciudadano le envió horas antes para preguntar por sus actividades de campaña. Acto seguido, dice a las tres mujeres que lo escuchan que, si gana la elección del 1 de julio, abrirá Los Pinos a todos y dará su número telefónico para atender personalmente a quien tenga algo que denunciar.
"Yo quiero que tú tengas mi teléfono y me mandes un WhatsApp, que me digas cosas", sostiene, y afirma que así hacía las cosas en Nuevo León.
El candidato que regala medicinas y dinero
El Bronco termina de comer y pide la cuenta. "Son 45 pesos", le indica Leticia. "Cóbrate 60", contesta el neoleonés. Sin embargo, ella se niega, y entonces él ofrece pagar lo que consumieron las otras dos mujeres que lo escucharon en el local.
Se despide y entonces trata de salir del cuello de botella que se ha formado. En el tumulto, un hombre lo aborda y le pide dinero. Dice estar enfermo.
El candidato lo manda con uno de sus colaboradores y da indicaciones para que le compren los medicamentos que requiera. "No le den dinero, porque se lo puede gastar en tomar", ordena.
A su paso, sonríe a los locatarios y los invita a votar por él. Evita detenerse en cada negocio más de cinco minutos.
Afuera del mercado, se le acerca otro hombre, quien se identifica como David y también le pide dinero. Y otra vez, El Bronco atiende la petición, le da un billete de 100 pesos y le dice: "No lo vayas a gastar en vicio".
En la avenida, ya lo espera su chofer en una camioneta Yukon blanca. En otras dos camionetas de lujo viajan sus escoltas. El Bronco no termina de recorrer todo el mercado. Únicamente saluda a quienes se encuentra a su paso y enfila hacia su siguiente actividad.
Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, no solamente está en el inicio de la semana y en los primeros días de su campaña, sino en los momentos previos a uno de los puntos estelares de toda esta contienda: el primer debate que los cinco candidatos presidenciales sostendrán la noche del domingo 22 de abril .