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Ven en productos alternativos al cigarro una opción para reducir daños

Una asociación civil plantea que a los productos con nicotina se les debería aplicar un impuesto menor al de los cigarros por considerarlos menos dañinos.
mié 29 octubre 2025 04:46 PM
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A las bolsas de nicotina se les aplicarán impuestos a partir de 2026. (Foto: iStock)

Los productos con nicotina que funcionan sin mecanismos de combustión pueden ser una opción para que los fumadores consuman esta sustancia con menos daños a la salud, afirmó Alejandro Macías, doctor en medicina interna e infecciones.

De acuerdo con el especialista, los impactos a la salud causados por el tabaquismo se relacionan más con las sustancias químicas contenidas en los cigarros convencionales, liberadas al quemarlo, que con la nicotina por sí sola.

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Aunque los productos que proporcionan nicotina sin alquitrán o aerosoles tampoco son inocuos, reiteró que sí pueden ser una opción que disminuya los daños en los fumadores.

“El tema central es la reducción de riesgos”, explicó en la conferencia Bolsas de Nicotina: Mitos, realidades y retos regulatorios.

“Se trata de hablar de acciones de reducción de riesgos. Nadie dice que la nicotina sea buena, pero la nicotina no causa cáncer. Claro, no es inofensiva, es adictiva la nicotina. Pero los efectos letales para la salud provienen de la combustión”, declaró.

El especialista, miembro del Sistema Nacional de Investigadores e Investigadoras (SNII), expuso que el consumo de cigarros provoca cada año la muerte de 8 millones de personas en el mundo.

En México, detalló, alrededor de 63,000 fallecen anualmente por enfermedades atribuibles al consumo de tabaco. Es decir, unas 173 al día.

“La gente realmente tiene efectos por la combustión, porque las sustancias que tiene el tabaco son cancerígenas por la combustión y el humo es el que causa las enfermedades crónico-degenerativas”, indicó.

Macías dijo que casi todos los tipos de cáncer están asociados con el tabaquismo. La nicotina sola es la responsable de la alta adicción al tabaco y se le asocia con riesgos potenciales a la salud bucal, sostuvo.

Por ello, el médico considera relevante que los fumadores tengan acceso a las terapias de sustitución de la nicotina para que mantengan el efecto de esa sustancia sin los graves daños. Sin embargo, estas opciones no están disponibles en México.

“Sí se necesita ofrecerle a la gente una terapia de sustitución para que pueda tener el efecto de la nicotina sin el daño del cigarrillo”, agregó.

El país registra avances en las políticas promovidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del tabaco. Se trata de seis medidas conocidas como MPOWER que establecen:

  • Monitorear el consumo del tabaco y las políticas de prevención.
  • Proteger a las personas del humo del tabaco con espacios 100% libres de humo.
  • Ofrecer ayuda para dejar de consumir tabaco, como tratamiento para la adicción a la nicotina.
  • Advertir sobre los peligros del tabaco con advertencias sanitarias gráficas en los paquetes.
  • Hacer cumplir las prohibiciones sobre la publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
  • Aumentar los impuestos al tabaco para que sea más caro y menos accesible.
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El especialista reconoce que México implementa esas medidas con impactos positivos en un primer momento, pero falla en ofrecer las opciones de reducción de daños y en fortalecer las políticas de prevención.

Consideró que hacen falta mayores esfuerzos para continuar con la reducción significativa del consumo de tabaco. Según datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut), 19.9% de la población de 20 años y más consumía tabaco en 2012. El porcentaje se redujo al 11.4% en 2018. Sin embargo, repuntó a 19.5% en 2022 y se mantuvo en 19.6% durante 2023.

Otro aspecto en que el país se queda corto es en limitar el consumo de niños y adolescentes. La prohibición de vender cigarros a menores de edad no se cumple. En 2022, 4.6% de la población de 10 a 19 años fumaba y, un año después, lo hacía el 3.1%.

Macías explicó que algunas políticas de control del tabaco se desgastan si no se actualizan, como los impuestos.

Para cumplir con esa directriz de la OMS, el Congreso aprobó un incremento al impuesto a los cigarros. La propuesta es que el arancel suba de 0.64 pesos por cigarrillo a 0.85 pesos en 2026 y que, progresivamente, alcance 1.15 pesos en 2030.

También planteaba gravar con una tasa de 200% otros productos que contengan nicotina, ya sea de origen natural o artificial, como las bolsas de nicotina, pero se redujo al 100%.

Para Angélica Cabrera, investigadora asociada de la organización Procurando Salud Sin Fronteras, los impuestos deberían ser diferenciados y con tasas más bajas para los productos con nicotina considerados menos dañinos.

“No puedes meterlos en la misma bolsa”, sostuvo.

En otros países, aseguró, la combinación de políticas de control del tabaco con productos alternativos generan una reducción en el consumo de cigarros más amplia.

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