La lucha ambiental contra SpaceX
Pese a las advertencias, los lanzamientos de SpaceX continúan y con ello los daños ambientales. En agosto, los ambientalistas de Conibio realizaron la “Operación Golfo de México”, una protesta marítima en aguas mexicanas durante un nuevo intento de prueba del Starship.
El lanzamiento fue aplazado por mal clima, pero los activistas denunciaron hostigamiento. “Helicópteros estadounidenses descendieron a 20 metros de nuestras lanchas para intentar volcarlas mientras protestábamos. Aun así, seguimos con esta lucha incansable por defender el Golfo y la soberanía nacional”, denunció Ibarra.
Durante el vuelo 11 del Starship, realizado en octubre, el propulsor cayó en aguas internacionales, pero los efectos no tardaron en sentirse: fragmentos metálicos y especies muertas comenzaron a aparecer de nuevo en playas mexicanas.
Especialistas de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) y de la Profepa tomaron muestras biológicas para determinar el origen y los efectos de los materiales.
“Hemos perdido aproximadamente siete nidos porque la vibración compactó la arena y las crías no lograron emerger. Es una especie en peligro de extinción y esto nos preocupa profundamente”, reiteró el veterinario.
Mientras continúan las investigaciones, el equipo de Conibio y científicos de la UAT preparan también una expedición submarina hacia un propulsor de unos 60 metros de largo que está hundido a 15 metros de profundidad frente a Playa Bagdad.
“Vamos a sumergirnos con drones y sonares. Queremos saber cómo impactó el fondo marino, si está generando contaminación y cómo se está adaptando la fauna”, explicó Ibarra. “Será la mayor evidencia que el gobierno mexicano tendrá para exigir a SpaceX la reparación de los daños ocasionados en nuestro país”, afirmó.
Si bien el ambientalista reconoció que existe coordinación con Profepa, cuyos inspectores acuden a los lanzamientos para medir vibraciones y recolectar muestras, pidió un mayor involucramiento de las autoridades federales para hacer valer lo que establece el Tratado del Espacio Ultraterrestre (1967), el cual indica que los Estados son responsables internacionales por las actividades de sus empresas espaciales, incluso, si los daños ocurren fuera de su territorio.
“Ellos dos, tanto la Secretaría de Relaciones Exteriores como la Semarnat, son los únicos que tienen un contacto directo con SpaceX. Ellos pueden llevar toda esta evidencia y exigir la reparación de los daños”.
Mientras tanto, los voluntarios de Conibio recogen aún fragmentos metálicos en las playas de Tamaulipas, en una lucha que busca proteger a la tortuga lora y el equilibrio ecológico del Golfo de México, hoy convertido en un nuevo basurero orbital del planeta.
Alberto Granados, alcalde de Matamoros, aseguró este martes que directivos de la compañía propiedad de Elon Musk se comprometieron a enviar una cuadrilla técnica para limpiar y recuperar los desechos espaciales en la zona norte de Playa Bagdad.