Por otro lado, hay quienes sí marcaron la boleta, pero su voto fue anulado. Esto puede deberse a que la tacharon de forma intencional, o simplemente porque cometieron un error al llenarla.
El voto nulo se mueve entre el 10% y el 15%, dependiendo de la elección. En conjunto, los votos nulos y los recuadros no utilizados representan una parte considerable del total. En algunas elecciones suman hasta el 30% de los votos emitidos.
Se nota también que la complejidad del tema de Magistrados de Circuito y Jueces de Distrito y la consecuente complejidad del diseño de las boletas, resultó en un aumento en los votos nulos y los recuadros no marcados en esas elecciones.
Procesos Federales para renovar al Poder Judicial
Se llevaron a cabo 6 elecciones federales para elegir a los integrantes de los siguientes órganos:
- Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN): 9 integrantes (5 mujeres y 4 hombres), a nivel nacional.
- Tribunal de Disciplina Judicial: 5 integrantes (3 mujeres y 2 hombres), a nivel nacional.
- Sala Superior del TEPJF: 2 integrantes, una mujer y un hombre, a nivel nacional.
- Salas Regionales del TEPJF: 15 magistraturas (10 mujeres y 5 hombres) de las cinco salas regionales, por circunscripción.
- Magistraturas de tribunales de circuito y de apelación: 464 cargos de diversas especialidades, por distrito judicial electoral.
- Juzgados de Distrito: 386 cargos de diversas materias, organizado por distrito judicial electoral.
Algunos estados resaltan por registrar altas proporciones de votos nulos o recuadros no utilizados. Entre ellos, están Durango y Veracruz, donde las elecciones locales concurrentes llevaron a la población a participar en las elecciones judiciales sin necesariamente votar por candidatos judiciales.
San Luis Potosí, que pese a tener una de las participaciones más altas a nivel estatal, mostró un elevado porcentaje de recuadros en blanco y Tlaxcala, que sobresale por su alta proporción de votos nulos.
En una elección típica, puede ser difícil desentrañar los distintos tipos de votos que ocurrieron y detectar si fueron más o menos informados. Esta elección presenta una oportunidad especial por el diseño de las boletas, donde varias decisiones tuvieron que ser tomadas para ordenar la gran cantidad de información que había que presentar.
¿Qué son los distritos judiciales electorales?
En México hay 32 circuitos judiciales, que por lo general coinciden con los estados. En ellos trabajan los jueces federales. Para organizar la elección, el INE dividió esos 32 circuitos en 60 distritos judiciales electorales, para equilibrar el número de votantes y los cargos a elegir en cada zona. Por ejemplo, la Ciudad de México se dividió en 11 distritos judiciales electorales, y cada uno tuvo sus propias boletas con candidaturas distintas.
En este análisis se estudian los patrones de votación a partir de los cómputos oficiales del INE, que recopilan los votos de todas las casillas instaladas en el país. Aunque los datos, sumados por casilla, no permiten identificar el comportamiento individual, veremos que revelan tendencias claras a nivel agregado.
Patrones de voto no informado
Los votos no son rotundamente informados o no informados, podemos clasificar distintos niveles de información que los votantes utilizaron para tomar sus decisiones:
1. Consideramos como el voto más informado a aquel en el que el ciudadano eligió deliberadamente ciertas candidaturas sobre otras. Este voto puede manifestarse de dos formas:
- Un voto personalmente informado, cuando se preparó antes de la jornada, investigando los cargos, especialidades y candidatos de su boleta
- Un voto informado por terceros, cuando recurrió a fuentes externas, como acordeones orgánicos o inorgánicos, para orientar su decisión.
2. El voto puede reflejar diversos niveles de información. Entre las estrategias menos informadas está elegir candidatos de un mismo poder (por ejemplo, el Judicial) o favorecer a ministros, magistrados o jueces en funciones, sin enfocarse demasiado en los candidatos específicos.
Este patrón se asemeja a lo visto en elecciones federales de diputados o senadores, donde algunos votantes eligen un partido político sin prestar mucha atención a los aspirantes individuales.
3. El voto menos informado se da cuando el ciudadano se preparó de manera muy limitada para votar. En estos casos, la decisión responde más al diseño de las boletas: por ejemplo, elegir a los candidatos que aparecen al inicio de la lista (en orden alfabético), optar por nombres que resultan familiares o seleccionar “al azar” entre las opciones disponibles.
Además, esta preparación insuficiente puede llevar a errores al marcar la boleta, lo que resulta en votos nulos o boletas incompletas.
¿Qué tan complejas eran las boletas?
Cada persona que acudió a votar recibió al menos seis boletas. Las boletas estaban separadas por mujeres del lado izquierdo y hombres del lado derecho, los aspirantes se ordenaron alfabéticamente dentro de cada género y a la izquierda de los nombres aparecía el poder que postuló a ese candidato. La boleta menos compleja fue la de magistradas y magistrados de la Sala Superior del Tribunal Electoral. A continuación se muestra un ejemplo de esta boleta, descargada del portal Practica tu Voto.
En contraste, la boleta para Jueces de Distrito era mucho más complicada de llenar. Para poder garantizar que cada votante tuviera un número manejable de opciones, el INE asignó por sorteo a los candidatos para Jueces en los distritos judiciales electorales.
Las entidades con mayor cantidad de candidatos por boleta fueron Oaxaca y Chiapas, con un promedio de 46 y 44 candidatos (sumando hombres y mujeres).
Las especialidades se iban alternando dentro de la boleta y, para que un voto fuera válido, el votante tenía que elegir el número de un candidato del mismo color de la especialidad.
La siguiente tabla presenta el porcentaje de votos no válidos (suma de votos nulos y recuadros no utilizados), promediado según el número materias o especialidades en la boleta. Podemos notar que entre más materias aparecían en una boleta, mayor fue el porcentaje de votos no válidos. Esto podría deberse a confusiones a la hora de votar o a que los votantes preferían dejar los recuadros sin marcar.
Patrones electorales de la Suprema Corte
La elección de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por su peso político, por la mayor exposición mediática de los aspirantes y por una marcada politización, se destacó en el reciente proceso electoral.
Los candidatos más competitivos como Hugo Aguilar, Lenia Batres, Yasmín Esquivel, Loretta Ortiz y María Estela Ríos, todos en funciones o postulados por el Poder Ejecutivo, concentraron un alto porcentaje de votos, lo que indica que los votantes los reconocieron específicamente por su nombre o afiliación. Las 10 mujeres y 10 hombres con mayor votación son:
Consideramos como competitivos a los candidatos con más de 2 millones de votos (6 mujeres y 7 hombres). Como podemos ver en la siguiente tabla, estos candidatos suman más de la mitad de los votos totales y pertenecen predominantemente a puestos en funciones o propuestos por el Poder Ejecutivo. Por otro lado, los candidatos del Poder Judicial y Legislativo figuraron entre los menos competitivos.
Los candidatos competitivos indudablemente recibieron votos informados, destacándose del resto. Ahora, ¿qué ocurrió con los candidatos no competitivos? Si ordenamos a estos candidatos por número de votos, de mayor a menor, y analizamos su posición en ese ranking, observamos una relación fuerte con el lugar que ocupaban en la boleta: por cada dos posiciones más abajo en la lista, un candidato perdía más de un punto en el ranking. En el grupo de candidatos no competitivos, no se observa una diferencia notable entre los candidatos del Poder Ejecutivo y los demás.
Elecciones de la Suprema Corte
- El voto general no fue muy disperso, hubo un número de candidatos destacados que concentraron muchos votos, principalmente del Poder Ejecutivo y ministros en funciones.
- El resto del voto (38.7 millones, o 43% del total) muestra características menos informadas sobre candidatos específicos, se concentra más en el poder Legislativo y Judicial y refleja un claro patrón influido por el orden en la boleta.
Los patrones de votación de Juezas y Jueces de Distrito
A diferencia de la Suprema Corte, los cargos de jueces de distrito, más técnicos y numerosos, estuvieron marcados por un proceso más complicado y, en consecuencia, un voto menos informado. En este caso, emitir un voto informado requería un nivel de esfuerzo considerable por parte de los ciudadanos. Al analizar ambas elecciones de forma conjunta, podemos entender mejor las dinámicas que guiaron el voto.
Casi la mitad de los ganadores fueron postulados por el Poder Ejecutivo. Sin embargo, en estas elecciones el equilibrio de candidaturas por poder variaba entre boletas, lo que dificulta evaluar directamente este resultado. Por ello, comparamos los datos observados con un escenario contrafactual. ¿Qué ocurriría si los votantes tuvieran preferencias muy similares por todos los candidatos?
Los poderes Legislativo y Judicial obtuvieron menos ganadores de lo esperado, mientras que los aspirantes postulados por el Ejecutivo superaron significativamente las expectativas. Esto indica un claro patrón de preferencia por los candidatos del Poder Ejecutivo.
Podemos hacer un análisis similar para ver cuánto influyó el orden de la boleta en los resultados. Las bandas muestran el rango de resultados esperados si hubiera poca diferencia en la preferencia por candidatos y el orden no importara, mientras que los puntos indican los resultados reales. Notamos que, de nuevo, el orden influye en la posición final de los candidatos.
Los primeros lugares en la boleta están por encima de las bandas para ambos poderes, lo que sugiere que estar al inicio de la lista daba a los candidatos una ventaja competitiva. Por otro lado, los últimos lugares en la boleta tienen resultados aún más bajos de lo esperado, especialmente para candidatos postulados por poderes distintos al Ejecutivo, poniéndolos en aún más desventaja.
¿Cómo se reparten los votos entre aspirantes?
Si clasificamos cada casilla según qué tan repartidos estuvieron los votos entre candidaturas, encontramos que algunas entidades sobresalen por tener los votos muy dispersos entre los posibles candidatos y otras por tener los votos muy concentrados en pocos candidatos. La siguiente tabla muestra únicamente aquellas entidades donde este patrón fue muy marcado para la elección de la Suprema Corte.
Se puede observar que en algunos de los estados con mayores niveles de pobreza, como Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Puebla, los votos se concentraron en unos pocos contendientes. No conocemos con certeza las causas, pero posiblemente está relacionado a la movilización electoral. En contraste, entidades como Durango y Veracruz, que celebraron elecciones concurrentes, mostraron una mayor dispersión en los votos, lo que podría indicar que en esos contextos los electores tomaron decisiones para la Suprema Corte con menor información.
En la elección de Jueces de Distrito, el 85% de las entidades federativas mostraron un patrón de voto disperso; es decir, los votos se repartieron entre varias candidaturas, reflejando posiblemente un voto menos informado. En contraste, y en línea con lo observado en la elección de la Suprema Corte, hubo tres entidades donde los votos se concentraron de forma definida en pocos candidatos: Tabasco, Oaxaca y Chiapas.
¿Qué podemos concluir?
Los datos de ambas elecciones revelan un hallazgo consistente: una parte considerable del voto no fue informado o fue poco informado, y los patrones asociados al diseño de la boleta reflejan la sustitución de decisiones por escoger candidatos particulares por decisiones basadas en facilitar el llenado de la boleta.
En la elección de la Suprema Corte, hubo candidaturas con alta visibilidad que motivaron a la ciudadanía a ejercer un voto deliberado. En ambas elecciones, los candidatos del Poder Ejecutivo predominaron entre los ganadores, evidenciando decisiones de voto con una clara inclinación política y, en contraste, el voto no informado se manifestó a través de factores que influyeron en los resultados, como la posición en la boleta, el número de especialidades que aparecían y la cantidad de contendientes en cada elección.
Estas observaciones no apuntan a irregularidades ni sugieren que la elección refleje una falta de interés o preparación por parte de los votantes. Más bien, muestran cómo la complejidad y estructura de las boletas nos permiten detectar patrones de voto ligados a la forma en que se presentó la información.
Los patrones reflejan dinámicas propias de procesos electorales complejos, donde la carga informativa y el comportamiento del votante interactúan de forma no trivial, ofreciendo algunas guías para orientar futuras elecciones judiciales.
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Análisis estadísticos elaborados por Michelle Anzarut, doctora en estadística aplicada y Felipe González, doctor en matemáticas y analista de datos.
Metodología:
- Los análisis se realizaron a partir de los cómputos distritales oficiales del INE.
- En la elección de Jueces de Distrito, para contrastar los patrones de votación observados con un escenario de voto aleatorio, se generaron 10,000 simulaciones en las que se asume que una persona acude a votar y llena su boleta completamente al azar dentro de los campos permitidos. A partir de estas simulaciones, se construyeron intervalos que representan el 95% de probabilidad esperada bajo ese escenario.