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Observatorio prevé aranceles focalizados, pero sin que se rompan relaciones

En espera de la decisión que tome el gobierno de Estados Unidos, el análisis legislativo concluye que, ante el contexto histórico, un "escenario pesimista" es poco probable.
mar 18 marzo 2025 03:33 PM
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Imagen ilustrativa. Claudia Sheinbaum, Presidenta de México, habla sobre los aranceles recíprocos que el gobierno estadounidense ha anunciado que cobrará a varios países.

De acuerdo con el Observatorio Legislativo de Asuntos Globales de la Cámara de Diputados, es probable que el 2 de abril próximo Estados Unidos imponga aranceles a México, sin embargo, considera que la medida solo afectaría a algunas cadenas productivas, mientras que el diálogo entre ambas naciones continuará.

El área especializada en el análisis de la política internacional y el contexto mexicano prevé 25% de aranceles en áreas específicas del ámbito laboral, agrícola o energético. Considera que esto tiene el propósito de "presionar a México".

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Al asumir de nuevo el gobierno, el presidente Donald Trump emitió una orden para someter a revisión los acuerdos comerciales firmados por su país, entre ellos el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Además, estableció que combatirá los déficits comerciales que tiene su país con una nueva política arancelaria, que entró en vigor el 4 de marzo.

Tras una llamada entre Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum, se acordó que los aranceles se pausaran hasta el 2 de abril, día en el que concluirá la revisión de los acuerdos comerciales que firmó Estados Unidos.

El Observatorio revisó la situación de cada sector clave (vehículos y autopartes, equipos eléctricos y electrónicos, agroindustria); analizó la situación comercial de México en el marco del T-MEC; los precedentes de la primera administración de Trump y los impactos probables.

Realizó además una prospectiva sobre los argumentos legales y técnicos para imponer aranceles a México, dentro del marco legal estadounidense y del T-MEC, y consideró tres escenarios posibles: optimista, intermedio y pesimista.

El área especializada de la Cámara de Diputados consideró el escenario como intermedio:

“Históricamente, las disputas relevantes incluyen la interpretación de reglas de origen
automotriz, resuelta favorablemente para México y Canadá en 2023; las consultas sobre
política energética mexicana iniciadas por EU y Canadá en 2022 que siguen abiertas”, comentó.

Además, se contemplaron otros casos como los laborales, los cuales fueron resueltos favorablemente para México.

Aunque el caso del maíz transgénico fue resuelto a favor de Estados Unidos, el Observatorio considera que sin embargo los mecanismos del T-MEC son "imparciales y efectivos".

Según el análisis, aunque se valora que México puede responder a los arancelescon demandas bajo las reglas que prevé el T-MEC, estos "causarían disrupciones temporales en sectores afectados, hasta que se resuelvan legalmente”.

El escenario más probable para los analistas es que habrá una "presión moderada". El acuerdo –agrega– no se romperá del todo, pero puede afectar "principalmente cadenas específicas".

El análisis considera además un escenario optimista, pero que no se ve probable. En este habría una “solución negociada sin imposición de aranceles”.

Si se consigue se evitaría un 'guerra comercial', producto de la diplomacia y el respeto al T-MEC, añade el estudio.

“Si hay cooperación efectiva en asuntos extracomerciales (fentanilo, migración). Este escenario mantendría estable la integración norteamericana y los beneficios del tratado”, considera el Observatorio.

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En cambio, también ven un escenario pesimista: habría una escalada generalizada y una guerra comercial abierta, bajo el argumento de que se incumplió el T-MEC o de que hay amenazas a la seguridad nacional, las cuales estarían "vinculadas a temas extracomerciales como drogas y migración ilegal”.

Este análisis no lo ven probable, no obstante, una decisión de este tipo “desencadenaría una crisis profunda en las relaciones comerciales, llevando a México a tomar represalias equivalentes.

"Se producirían daños severos en sectores clave, aumentos importantes en costos para consumidores y productores, incertidumbre jurídica prolongada y posible cuestionamiento sobre la continuidad misma del T-MEC”, agregan.

El quiebre puede desencadenar rupturas parciales o totales en cadenas productivas como la automotriz. También se elevarían los costos y habría recesiones sectoriales, prevé ante un escenario negativo el Observatorio.

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