Al asumir de nuevo el gobierno, el presidente Donald Trump emitió una orden para someter a revisión los acuerdos comerciales firmados por su país, entre ellos el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Además, estableció que combatirá los déficits comerciales que tiene su país con una nueva política arancelaria, que entró en vigor el 4 de marzo.
Tras una llamada entre Trump y la presidenta Claudia Sheinbaum, se acordó que los aranceles se pausaran hasta el 2 de abril, día en el que concluirá la revisión de los acuerdos comerciales que firmó Estados Unidos.
El Observatorio revisó la situación de cada sector clave (vehículos y autopartes, equipos eléctricos y electrónicos, agroindustria); analizó la situación comercial de México en el marco del T-MEC; los precedentes de la primera administración de Trump y los impactos probables.
Realizó además una prospectiva sobre los argumentos legales y técnicos para imponer aranceles a México, dentro del marco legal estadounidense y del T-MEC, y consideró tres escenarios posibles: optimista, intermedio y pesimista.
El área especializada de la Cámara de Diputados consideró el escenario como intermedio:
“Históricamente, las disputas relevantes incluyen la interpretación de reglas de origen
automotriz, resuelta favorablemente para México y Canadá en 2023; las consultas sobre
política energética mexicana iniciadas por EU y Canadá en 2022 que siguen abiertas”, comentó.
Además, se contemplaron otros casos como los laborales, los cuales fueron resueltos favorablemente para México.
Aunque el caso del maíz transgénico fue resuelto a favor de Estados Unidos, el Observatorio considera que sin embargo los mecanismos del T-MEC son "imparciales y efectivos".
Según el análisis, aunque se valora que México puede responder a los arancelescon demandas bajo las reglas que prevé el T-MEC, estos "causarían disrupciones temporales en sectores afectados, hasta que se resuelvan legalmente”.
El escenario más probable para los analistas es que habrá una "presión moderada". El acuerdo –agrega– no se romperá del todo, pero puede afectar "principalmente cadenas específicas".
El análisis considera además un escenario optimista, pero que no se ve probable. En este habría una “solución negociada sin imposición de aranceles”.
Si se consigue se evitaría un 'guerra comercial', producto de la diplomacia y el respeto al T-MEC, añade el estudio.
“Si hay cooperación efectiva en asuntos extracomerciales (fentanilo, migración). Este escenario mantendría estable la integración norteamericana y los beneficios del tratado”, considera el Observatorio.