“Investigar y seleccionar en el máximo grado posible a todos los extranjeros que tengan intención de ser admitidos, ingresar o que ya se encuentren dentro de los Estados Unidos, en particular a aquellos extranjeros que provengan de regiones o naciones con riesgos de seguridad identificados”, es una de las nuevas instrucciones del gobierno de Trump.
Además, solicita evaluar el programa de visas para garantizar que no sean utilizados por estados extranjeros u “otros actores hostiles para perjudicar la seguridad, la economía, la política, la cultura u otros intereses nacionales de los Estados Unidos”.
La orden fue firmada el pasado 20 de enero, junto a otras con las que Trump propone elevar la seguridad en la frontera.
El gobierno de Trump también determinó cerrar la frontera para migrantes irregulares, incluidos los peticionarios de asilo.
“El presidente Trump autoriza y ordena al Departamento de Seguridad Nacional, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado para que tomen todas las medidas necesarias para repeler, repatriar y eliminar de inmediato a los extranjeros ilegales a través de la frontera sur de los Estados Unidos”, indica el documento publicado esta tarde.
Además de ello, se ordenó el despliegue de 1,500 militares en la frontera, los cuales se sumarán a los 2,200 militares que ya había y a los 4,500 de la Guardia Nacional que desplegó Texas.