Ambos ya enfrentan proceso de extradición a Estados Unidos por cargos de narcotráfico. La acusación formal ante el Distrito de Columbia fue revelada este miércoles, prácticamente al mismo tiempo que el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, era sentenciado a más de 38 los de cárcel en una Corte de Nueva York, por proteger al Cártel de Sinaloa.
El Embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, afirmó que la acusación contra el “Z-40” y el “Z-42” resalta los esfuerzos de su gobierno para desmantelar las organizaciones criminales transnacionales que generan inseguridad y violencia en ambos países.
“Se les acusa que, a pesar de estar en prisión, han seguido en control del Cartel del Noreste (CDN), antes conocido como “Los Zetas”, y han continuado con sus actividades criminales en México”, advirtió el diplomático.
“La acusación alega que son personalmente responsables de cometer docenas de asesinatos y de dirigir asesinatos, secuestros y actos de tortura por parte de miembros de Los Zetas y del CDN para promover y proteger las actividades de tráfico de drogas del cartel y enriquecer a sus miembros”.
En medio del distanciamiento con Palacio Nacional tras sus críticas a la reforma judicial, Salazar subrayó que la gravedad de la acusación subraya la importancia del trabajo compartido y la cooperación con México en temas de interés común, para proteger la seguridad y el bienestar de los pueblos.
“Z-40” y “Z-42”, según el expediente, tuvieron el control de “Los Zetas” cuando esta organización era el brazo armado del Cartel del Golfo para mantener el control de las rutas de tráfico de drogas en México.
“Desde que se convirtieron en líderes de Los Zetas en 2012, que luego renombraron como Cartel del Noreste, se alega que los acusados han continuado su historia y patrón de utilizar violencia extrema para controlar grandes extensiones del norte de México, incluyendo a lo largo de la frontera con EU”, se lee en la acusación.
Miguel y Omar Treviño Morales fueron encarcelados en México en 2013 y 2015, respectivamente, pero siguieron controlando el CDN por diversos medios, incluyendo la colocación de familiares para dirigir las operaciones en su representación.
Se alega que los hermanos son personalmente responsables de cometer docenas de asesinatos y de dirigir asesinatos, secuestros y actos de tortura para promover y proteger las actividades de tráfico de drogas del Cartel y enriquecer a sus miembros.
De ser condenados, los acusados enfrentan una pena máxima de cadena perpetua.
“Como se alega en la acusación formal, los acusados dirigieron una organización de tráfico de drogas transnacional que fue responsable de cometer violencia extrema y de traficar enormes cantidades de narcóticos a Estados Unidos”, declaró Nicole Argentieri, fiscal principal adjunta del Departamento de Justicia, jefa de la División Criminal del Departamento.
“El Departamento de Justicia está comprometido a hacer que los líderes de carteles como los acusados rindan cuentas por envenenar comunidades estadounidenses y alimentar la violencia aquí y en el extranjero. También estamos comprometidos a trabajar con nuestros colegas nacionales e internacionales en este esfuerzo, y estamos agradecidos con nuestros aliados, las autoridades mexicanas de procuración de justicia, por su continua colaboración en este caso”.