Sin embargo, solicitaron a las autoridades involucradas, entre ellos a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) “esclarecer la veracidad de este documento y hacer entrega de la totalidad de documentos relacionados con los vuelos, especialmente las listas completas de víctimas”.
Las organizaciones Centro Prodh, Fundar, Centro de Análisis e Investigación y Artículo 19, quienes revisaron el listado, presentado por la periodista Marcela Turati en el portal “adondevanlos desaparecidos.org”.
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En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, Turati expuso que la lista se halló en una carta de cinco hojas en el archivo personal de Rosario Ibarra de Piedra, activista y política cabeza de la organización Eureka, quien en la década de los años 70 encabezó las búsquedas de desaparecidos y defensa de presos políticos, a raíz de la detención y desaparición de su hijo, Jesús Piedra.
“Tengo en mi poder relación de los vuelos efectuados que creo que le serviran de mucha ayuda para que se investigue directamente a [el capitán] Javier Barquin ya que el fue el autor material de esos crimenes. Como comprenderá no puedo arriesgar a mi familia por eso le hago llegar estos documentos con un propio”, dice textual el escrito entregado a Ibarra de Piedra y traspapelado en su archivo.
La carta fechada el 26 de mayo de 2004, es decir, 32 años después de los llamados “vuelos de la muerte”, fue entregada ese año a la lideresa de Eureka por un hombre que se presentó como militar desertor, según la investigación de Turati.
Ahí se enlistaron las personas que habrían sido detenidas entre abril de 1972 y diciembre de 1974 y que habrían sido desaparecidas en 25 vuelos militares en el Océano Pacífico.
Vuelos de la muerte en Acapulco
En marzo de este año SITU Research, Alicia de los Ríos y el Centro Prodh dieron a conocer una “reconstrucción visual de la operación de los Vuelos de la Muerte”.
En esta se mostró que presuntamente integrantes del Ejército Mexicano trasladaron a las personas consideradas como disidentes políticas a la Base Aérea Militar de Pie de la Cuesta en Acapulco, Guerrero, fueron ejecutadas y desaparecidas en vuelos nocturnos, pues se arrojaron sus cuerpos al mar, “desapareciendo así todo rastro de ellas”.