“Nos preocupa de que se haga ese pronunciamiento porque lo único que está haciendo es sembrar falsas esperanzas”, dice sobre las declaraciones de López Obrador.
Desde que la megafarmacia abrió, los estantes del almacén lucían vacíos. Aunque el presidente López Obrador y el secretario de Salud, Jorge Alcocer, han declarado que el gobierno adquirió todos los insumos sanitarios necesarios para 2024, todavía faltan fármacos.
En la compra más reciente se adjudicó el 78% de todas las claves de medicamentos ofertadas y en los primeros días de enero varios hospitales lanzaron licitaciones propias para adquirir fármacos.
Lo estratégico sería que, además de crear la superfarmacia, el gobierno mantuviera el funcionamiento de los almacenes que ya manejaban el IMSS y el ISSSTE, fortalecer su sistema de entrega de insumos médicos y diseñar una política farmacéutica nacional.
En esto coincide el especialista en medicina interna, Alejandro Macías, encargado también de la estrategia para atender la epidemia de influenza en 2009. El experto ha señalado que la megafarmacia centraliza los servicios de almacenaje y distribución de medicinas, que convendría más que operaran descentralizados.
“En México se inaugura mega farmacia para terminar con el desabasto de medicamentos. Es la decisión incorrecta”, señaló en la red X, antes Twitter.
Por ahora, este almacén de 94,000 metros cuadrados, que costó 1,400 millones de pesos, al que López Obrador ha llamado “la farmacia más grande del mundo”, funciona como un simple call center que acumula llamadas y quejas por escasez de insumos.