Crónica: Migrantes que esperan en frontera EU-México se desahogan con el fútbol
El balompié ofrece un descanso necesario a los migrantes, muchos de los cuales se enfrentaron a condiciones peligrosas y largos viajes para llegar a la frontera entre México y Estados Unidos.
El balón vuela y un adolescente corre y cabecea directamente a la red. "¡Gooool!", aclama el equipo guatemalteco al sumar otra anotación contra los colombianos.
Sin embargo, estas no son selecciones nacionales, sino conjuntos de migrantes de esos países alojados en un albergue de Ciudad Juárez, una localidad fronteriza mexicana, a la espera de citas para solicitar asilo en Estados Unidos.
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"Es un torneo de personas migrantes, representando a ocho países", dijo Santiago González, director del albergue para migrantes Kiki Romero, quien señaló que se propuso hacer la competición porque "casi todas las noches se realizaban pequeñas retas (duelos)" en el lugar y en otros recintos parecidos.
Casi 50 migrantes acudieron al primer campeonato, organizado con el instituto local de Deportes y funcionarios de Derechos Humanos, pero González explicó que los participantes quieren más.
"Uno de los primeros problemas fue conseguir llenar los equipos de países que no son muy futboleros como Cuba", explicó González. "Pero tomaron prestadas personas de Venezuela, que sí tenemos bastantes", añadió, riendo entre dientes.
El balompié ofrece un descanso necesario a estos migrantes, muchos de los cuales se enfrentaron a condiciones peligrosas y largos viajes para llegar a la frontera entre México y Estados Unidos.
Están a la espera de citas a través de la aplicación estadounidense CBP One, puesta en marcha en enero con problemas por la gran demanda y los frecuentes fallos.
"Es una bonita experiencia disfrutar y compartir acá con los compañeros de cada refugio (...) despejar un poco la mente de todo, liberar algo la presión", dijo el venezolano Anderson García, que jugó con Perú.
Agitando sus camisetas en el aire, coreando y lanzando chorros de agua, el equipo venezolano celebró su victoria con un enorme trofeo.
José Colina, con el pelo pegado a la cara, esbozaba una sonrisa cansada. "Me siento súpercontento", dijo. "Fue una buena oportunidad de distraer la mente, salir un poquito de la rutina".
(Reporte de José Luis González para Reuters TV; escrito por Kylie Madry; editado por Raúl Cortés Fernández)