De acuerdo con el reporte, a pesar de que en México existen encuestas para recabar información específica de la población joven sobre el consumo de tabaco, éstas no se realizan de manera periódica. La Encuesta Nacional de Adicciones (ENA), por ejemplo, se hizo por última vez en 2011 y la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) se levantó en 2016.
Por ello, las organizaciones recomendaron asegurar la periodicidad y los fondos necesarios para realizar los ejercicios de monitoreo en población adulta y joven, y que, al menos, cuenten con representatividad nacional.
La otra medida en la que el país debe mejorar para controlar el consumo de tabaco es en el aumento de impuestos a estos productos. Actualmente, el porcentaje total del gravamen representa 67.6% del precio final; pero la recomendación de la OMS es que la proporción llegue a 75%. La recomendación del informe es incrementar la cuota fija del impuesto al tabaco en al menos un peso por unidad para alcanzar esa meta.
Al presentar el reporte, Adriana Rocha Camarena, directora de sociedad civil y asuntos legislativos de la consultora Polithink, afirmó que no es suficiente contar con un marco normativo sólido en control del tabaco.
“No, no lo es. La falta de voluntad política para llevar a la práctica las normas y una muy deficiente o nula implementación de la ley por parte de las autoridades, son hoy día el pendiente más grande con la ciudadanía”, subrayó.
A esto se suma que la industria ha lanzado varios amparos contra la reciente reforma a la Ley General para el Control de Tabaco, lo que obstaculiza su aplicación total, señaló Erick Antonio Ochoa, director de la organización Salud Justa Mx. “Estamos monitoreando los juicios interpuestos y analizando con lupa los argumentos de los jueces”, afirmó.