El jurado no tiene una fecha límite para tomar una decisión, que, tanto si es la de culpabilidad como la de no culpabilidad, deberá ser unánime.
Desde el pasado 23 de enero, sus miembros escucharon los testimonios de 26 testigos convocados por la Fiscalía, entre ellos exnarcotraficantes, policías mexicanos y agentes estadounidenses, así como el de la esposa de García Luna, el único testigo de la defensa.
Este miércoles, volvieron a escuchar los alegatos finales de ambas partes en un último intento por convencerlos, de su culpabilidad más allá de la duda razonable, como sostiene la Fiscalía, o de su inocencia como argumenta la Defensa.
En una larga exposición de tres horas, la fiscal Saritha Komatireddy les pidió ayer que usaran el sentido común y unieran las piezas del rompecabezas que la Fiscalía presentó en las últimas cuatro semanas.
Un rompecabezas cuya pieza principal es el testimonio del narcotraficante Sergio Villarreal Barragán, alias "El Grande", brazo derecho del capo del cártel de Sinaloa Arturo Beltrán Leyva, que aseguró haber presenciado sobornos directos a García Luna.
La Fiscalía defiende que su relato, junto al de otros narcotraficantes y el del resto de testimonios levanta un edificio consistente que demuestra la culpabilidad del acusado.
Algo que rechazó el abogado de García Luna, César de Castro, que en un discurso emocional intentó una vez más echar abajo esa construcción atacando cada una de las partes con el argumento de que los principales testigos, todos exnarcotraficantes, son criminales a los que no se puede creer porque buscan su propio beneficio al colaborar con la Fiscalía y también vengarse de quien fue el rostro de la lucha contra el narcotráfico en México.