El organismo hace un llamado a la ciudadanía a estar atenta a los informes de Protección Civil y autoridades estatales ante el incremento en los niveles de ríos y arroyos, deslaves e inundaciones en zonas bajas, derivadas de las precipitaciones.
El monzón mexicano se presenta a finales de junio y varía en función de la latitud. Este fenómeno se refiere al cambio estacional en la dirección de los vientos.
Todos los continentes del mundo, excepto la Antártida, experimentan estos fenómenos de las lluvias estacionales conocidas como monzones, que se producen por el desplazamiento de la Zona de Convergencia Intertropical durante el verano de cada año.
¿Qué es un monzón?
El vocablo monzón se deriva de la palabra árabe mausim, que significa estación. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) detalla que este fenómeno se refiere al cambio estacional en la dirección de los vientos entre el continente y el océano.
A nivel mundial, se han identificado cuatro regiones donde se presentan circulaciones monzónicas: el suroeste de Asia y el Océano Índico; Australia y la Polinesia; África noroccidental y el Atlántico oriental, así como en la zona que comprende, además del noroeste de México, al occidente y suroeste de Estados Unidos.
¿Cuándo empieza el monzón y cuánto dura?
En el caso de México, el inicio del monzón se presenta a finales de junio y varía en función de la latitud; es decir, el ingreso de humedad que generan las lluvias comienza en la sierra Madre Occidental y se interna gradualmente hacia el noroeste de México, condición que permanece entre tres y cuatro meses, aunque puede extenderse hasta septiembre.
En el país, los estados donde se han presentado los efectos del Monzón de Norteamérica son Baja California Sur, Sinaloa, Sonora y algunas regiones de Chihuahua, Durango y Nayarit.
Debido a este fenómeno, en promedio llegan a registrarse precipitaciones mayores a 600 milímetros (mm) en el occidente de Nayarit, 400 mm a lo largo de la sierra Madre Occidental y cifras cercanas a 250 y 300 mm en Sonora y Chihuahua, valores que representan entre 70% y 80 % de las lluvias anuales del noroeste de México.