La vacunación anual contra la influenza se recomienda a partir de los seis meses de edad. La Secretaría de Salud indica que algunos niños necesitarán dos dosis durante la misma temporada, con un intervalo de al menos cuatro semanas.
A partir de los nueve años, la recomendación es una dosis cada año, hayan o no recibido antes la vacuna; igualmente, para las personas mayores de 60 años o aquellas con factores de riesgo.
Los factores de riesgo son todas aquellas condiciones o enfermedades que favorecen que la infección por influenza estacional se complique, como asma, hipertensión, obesidad, diabetes, artritis y cualquier otra inmunodeficiencia.
Reacciones y efectos secundarios de la vacuna de la influenza
La vacuna no produce síntomas de influenza, pues contiene fracciones de virus muertos que no provocan la enfermedad.
Las reacciones que se pueden presentar son mayor sensibilidad, dolor, enrojecimiento y endurecimiento en el lugar donde se aplicó la vacuna.
Otras reacciones que se pueden presentar son escalofrío, malestar general, dolor de cabeza, dolor muscular, dolor de articulaciones y evento alérgico.
Es importante saber que la vacuna antiinfluenza no debe aplicarse a bebés menores de seis meses. Tampoco, si la persona tiene antecedentes de un evento de alergia a una dosis previa; si presenta fiebre mayor o igual a 38.5º C, o si se tiene antecedente de Síndrome de Guillain-Barré (enfermedad que afecta el sistema nervioso y que ocasiona debilidad muscular, debido a diversas causas).