El titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, sugirió a las gobernadoras electas de Guerrero, Chihuahua y Baja California que las fiscalías anticorrupción de sus estados las encabece una mujer.
“El tema de los perfiles para las fiscalías anticorrupción, yo creo que es importante que sean mujeres”, dijo este jueves en un encuentro con gobernadoras, alcaldesas y legisladoras celebrado en el Complejo Cultural Los Pinos.
Nieto destacó que los sujetos activos en la comisión de una conducta delictiva generalmente son hombres.
“Por tanto y la percepción social, digamos, estadísticamente, la posición de las mujeres sobre la honradez es mucho más importante y esto puede permitir tener mejores perfiles en la materia en las fiscalías anticorrupción”, expuso.
En la mesa en la que participó el funcionario estaban las gobernadoras electas de Guerrero, Evelyn Salgado; de Chihuahua, Maru Campos, y de Baja California, Marina del Pilar Ávila.
En el encuentro organizado por el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nieto también se refirió al problema de la trata de personas en todas sus modalidades: tráfico de órganos, esclavitud y explotación sexual.
Nieto dijo que el sistema financiero registra 2,146 reportes de operaciones inusuales posiblemente vinculadas con este delito. Los reportes surgen básicamente de Tamaulipas, Quintana Roo, Jalisco y la Ciudad de México.
Chihuahua ocupa el 10 lugar en este campo; Baja California, el séptimo, y Guerrero, el 11.
Nieto detalló que en materia de trata se tienen identificados dos tipos de víctimas.
Un tipo corresponde a mujeres jóvenes de Europa del este y Sudamérica que son traídas a México con engaños. Se les quita el pasaporte, se les obliga a prostituirse y generalmente son blanco de grupos de la delincuencia organizada. Destacó los casos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de La Unión de Tepito.
El otro tipo de víctima corresponde a niñas y niños mexicanos.
“Básicamente, niñas, adolescentes, por supuesto. Ahí el modelo es: se enamoran o secuestran a las niñas de comunidades indígenas, básicamente, Tlaxcala, Oaxaca, Guerrero y Puebla”, explicó.
