En este sentido, la doctora refirió que la inactividad de los servicios ILE solo promueven y aumentan los embarazos no deseados, incluso entre menores de edad que, dijo, en realidad son víctimas de abuso sexual.
"(Durante la pandemia) no tenemos un adecuado alcance, no tenemos incluso el servicio ILE en alguno lugares donde se ha considerado un servicio no esencial", agregó.
Bárbara Arredondo Ayala, escritora y activista, coincidió en que durante estos meses de pandemia los servicios de salud reproductiva no se han garantizado, porque en general "todo se ha detenido".
"Hemos escuchado por parte de las instituciones que (los servicios) siguen adelante, pero hablas con las personas y resulta que no es así. No hay ese servicio y, por ende, las mujeres siguen siendo víctimas de este tipo violencia", denunció.
Asimismo, aplaudió el hecho de que precisamente este año la discusión sobre la despenalización del aborto llegara a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), pero consideró que aún falta trabajo de concientización.
"Ni la iglesia ni el Estado deben tener poder de decisión sobre el cuerpo de la mujer. Hay un sesgo inconsciente que nos limita a ver los hechos y hablar de estos temas con una perspectiva de tabú o inmoral", expresó.