En la primera semana de “nueva normalidad”, México registró un aumento de casos de COVID-19 de 29% y de 37.95% en fallecimientos, aunque cabe recordar que los decesos no precisamente ocurrieron en los últimos siete días, sino que se registraron entre el 31 de mayo y 7 de junio.
En una semana, pasaron de 90,664 los casos confirmados a 117,103, y las muertes de 9,930 a 13,699. El número de activos se incrementó de 16,962 a 19,629, es decir 15.72%. Éstos últimos son los que mantienen la epidemia activa. Mientras los casos sospechosos pasaron de 36,803 a 45,317.