¿Es creíble pensar que Emiliano Salinas nunca estuvo al tanto de los abusos que se cometieron dentro de NXIVM?
Él lo sabía y eso quedó documentado en la plática que tuvo con Antonio Zarattini, que es un coach que renunció. Zarattini quería que le quitaran una demanda porque estaba gastando mucho dinero y Emiliano Salinas quería que a su vez Zarattini convenciera a Alejandro Junco de la Vega (dueño de Grupo Reforma) de que no atacara a NXIVM. Entonces en esta llamada, súper interesante, ahí te das cuenta de que Emiliano sí sabía que realmente Raniere estaba haciendo lo que estaba haciendo porque Zarattini se lo cantó y él lo justificó de cualquier modo. Lo sabía, pero también hay que aclarar otra cosa él no participaba ni era beneficiario de este grupo, pero obviamente sí sabía y pudo pegar un grito en el momento en que se enteró o se pudo haber indignado y no lo hizo, él siguió trabajando porque le estaba funcionando como negocio muy bien, él intentó salvar a la empresa y pues bueno, él lo va a seguir negando.
¿La detención y deportación de Raniere en México fue legal?
Mucha gente dice que no y hay muchas versiones en el sentido de que el mismo Carlos Salinas y Alejandro Junco de la Vega operaron para agarrarlo y llevarlo de regreso. Yo investigué y pedí a la PGR –que ahora es Fiscalía– a la cancillería, a la Policía Federal– porque hay un video donde se ve el número de una patrulla que va por él y se lo lleva– que me dieran el expediente de la solicitud de EU para extraditar a Raniere o cómo había estado esa detención porque sus abogados decían que había sido una detención ilegal y que había sido una repatriación ilegal, y todo el mundo se lavó las manos, el juez se lavó las manos, el FBI se lavó las manos. A mí me respondieron tanto la PGR, como la Policía Federal, como Relaciones Exteriores que no tenían ningún expediente, incluso la Policía Federal me dijo que esa patrulla, de la cual yo les mandé el número y les dije que ahí se habían llevado a Raniere, que ese día esa patrulla había estado en otro municipio de Jalisco asignada, que no tenía que estar ahí.
Yo creo que lo hicieron completamente ilegal, pero para la mayoría de la gente al tratarse de Raniere, pues está bien, no pasa nada, así haya sido ilegal. Lo que no está bien son todos los delitos por los que lo acusaron. Ahí desde el inicio se rompió el debido proceso, pero tampoco terminó beneficiándose.
¿Por qué este caso no tuvo el impacto que debió tener dentro de México?
A mí me pareció un caso fascinante, periodísticamente hablando, era un caso lleno de riqueza, de ligas, de historias maravillosas que contar, la mayoría trágicas y a mí también me extrañaba que tardó mucho en prender en México. Al final, parece que sí hubo resonancia en los medios, pero creo fueron muchas cosas. También veníamos del juicio del ‘Chapo’ Guzmán, que fue un juicio muy mediático, y entonces cuando surgió lo de Raniere pues como que fue muy lento, empezaron a salir los nombres de unas chavas, luego el de Emiliano, luego salió el nombre de la hija del dueño de Reforma, pero como que ahí fue prendiendo poco a poco y bueno como la gente puede verlo en el libro, está lleno de historias, nombres y anécdotas que realmente lo hacen una historia cinematográfica. Desde la misma personalidad de Raniere, de verdad que es una historia que no te lo puedes creer cómo un cuate con ese nivel de enfermedad y de locura pudo construir todo esto.