El número de personal médico infectado por el COVID-19 ha ido en aumento en México, sobre todo por el trabajo que implica estar en contacto directo con personas contagiadas.
Ante esta situación, el artista visual Ricardo Atl diseñó una “caja aerosol”, con base en un prototipo de un médico taiwanés, con la que espera proteger a todos los médicos que están frente al virus.
“Ya empezamos a ver los contagios en los médicos y mucho se da en el proceso de auscultación y/o en el proceso de intubación donde los médicos tienen que acercarse a la vía aérea; en ese punto es en el que están mayor expuestos”, comenta en entrevista con Expansión Política.
“La caja aerosol” es una cabina que permite que el personal pueda ver y auscultar al paciente o entubarlo sin estar en contacto directo, ya que las partículas de carga viral salen por la saliva y por el vapor de la boca.
“Eso es el punto donde más tienen contacto y este aparato puede resguardarlos más allá de los filtros y las mascarillas N95. Este aparato no sustituye ninguna otra medida de seguridad, es una medida extra”, asegura Atl.
La idea de hacer esta “caja” surgió de una plática con la anestesióloga Amanda Saraí Ghenno Hernández, sobre cómo se venía el panorama del COVID-19 en el país con sistemas de salud incapaces de sobrevivir una infección de este tamaño y ante la llegada de la fase 3 de la epidemia.
Atl reconoce que siempre que puede se acerca a una “causa” que pueda “cobijar” con sus diseños y experiencia construyendo cosas, pero que es la primera vez que algo que hace se vuelve tan importante. Él prefiere mantenerse en bajo perfil, ya que considera esta aportación en la batalla contra el COVID-19 como un “servicio”.
La verdad en la vida cotidiana prefiero permanecer con bajo perfil, es un servicio y hay que tratar de no ser uno el reflector".
Después de que platicó con Amanda, Ricardo comenzó un proceso para preguntarle a los médicos sus necesidades específicas para darles una herramienta que les sirviera.
Luego realizó pruebas, el proceso de proceso de producción e incluso un tutorial para que más personas puedan hacer las cabinas, que podrían ser utilizadas por el personal médico con otras enfermedades infecciosas.
El diseño tomó tres días y cada cabina tiene un costo aproximado de entre 1,200 y 1,500 pesos. Las “cajas aerosol” están hechas de acrílico, ya que es un material que se puede desinfectar fácilmente.
Por el momento el material es escaso y no cuentan con la infraestructura para trabajar acrílico a gran escala, por eso están buscando apoyo y financiamiento para producir más “cajas aerosol” y poderlas donar a diversas instituciones médicas en el país.
Las donaciones se pueden hacer a través de la página www.patreon.com/RicardoAtl/
Una vez que lo consigan pueden hacer hasta 8 o 10 al día. El artista también considera que deben cumplir con el proceso de certificación por las autoridades encargadas para producir estas cabinas y ayudar a los médicos.
“Nuestra meta es proteger al mayor número de médicos posible, pues entre menor número de doctores y enfermeras se contagien, mayor será el número de vidas de pacientes que se puedan salvar”, afirma.
La idea es que una vez que esté listo todo, los planos sean de uso libre para que cualquier persona con conocimientos básicos pueda usarlos y fabricar estas cajas para que se multiplique así la capacidad de producción y pueda llegar incluso a hospitales y comunidades de bajos recursos.
“Mi idea es hacer un llamado a la comunidad para que se acerquen a la información, puedan hacerla suya y apoyar a los médicos en sus localidades”, señala Atl.
