“Con la información disponible, hasta el 22 de enero, no hay evidencia que el nuevo virus puede derivar en una enfermedad de alto impacto”, afirmó al señalar que la letalidad de este virus es menor al 1%, lo que evidencia de que no es “grave”.
El director general de promoción de la salud, Ricardo Cortés-Alcalá, comentó que no hay necesidad de decretar una emergencia, pero emitió algunas recomendaciones como el lavado regular de manos y dijo que no es necesario restringir viajes.
El director general de Epidemiología, José Luis Alomía Zegarra, señaló que la exportación del virus es normal por los viajes, pero que depende de la capacidad de los países cómo actuar y aseguró que en México existen protocolos ante casos sospechosos.
López-Gatell comentó que todas la personas son susceptibles, pero menores, adultos mayores y personas con alguna enfermedad son más vulnerables.
Por su parte, la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López, dijo que se está trabajando coordinadamente con la Secretaría de Salud federal y se están intensificando las brigadas de salud.
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