La Comisión Federal de Electricidad (CFE), que encabeza Manuel Bartlett, entregó este miércoles contratos para la adquisición de medidores a Industrias Unidas (IUSA), cuyo director general adjunto es Raúl Salinas, hermano del expresidente Carlos Salinas de Gortari.
La empresa eléctrica del Estado dio el 87% de los 2,700 mdp adjudicados a este firma, propiedad del empresario Carlos Peralta, y a Conymed, de Andrés Tort Rivera, cuñado de Peralta. Ambas empresas son investigadas por prácticas de colusión por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
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Industrias Unidas (IUSA) y Conymed ganaron el 48% y 39% de las ofertas que se adjudicaron en la compra de diferentes tipos de medidores. Electrometer y Protecsa obtuvieron el 11% y 2% restantes.
Grupo IUSA figura en el lugar 157 del ranking de las 500 empresas más importantes de México que elabora cada año Expansión.
Raúl Salinas de Gortari ha sido el director general adjunto de Grupo IUSA desde 2008, según explica en su página. Esta empresa es propiedad de Carlos Peralta, quien desde el gobierno de Enrique Peña Nieto ha recibido contratos por parte de la CFE.
Salinas estuvo recluido en el penal de Almoloyita, Estado de México, durante casi 10 años, acusado del homicidio de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu y de enriquecimiento ilícito. Pero nunca fue condenado de nada. En 2005, tres magistrados lo consideraron inocente del homicidio y salió de prisión. En 2013 también fue exonerado del delito de enriquecimiento ilícito.
Dos años después, en 2015, Raúl Salinas y Peralta fueron vistos en un automóvil de lujo durante un evento en la alcaldía Cuajimalpa.
Manuel Bartlett, ahora titular de la CFE, fue secretario de Gobernación en 1988, cuando el entonces candidato priista Carlos Salinas de Gortari ganó la elección presidencial a Cuauhtémoc Cárdenas, un proceso que desde entonces y a la fecha carga con los cuestionamientos sobre su legitimidad por la supuesta “caída del sistema”.
Por este hecho y por su pasada militancia en el Partido Revolucionario Institucional (PRI), su llegada a la Comisión fue cuestionada, incluso dentro de Morena, el partido de López Obrador.
