En Juárez, policías y militares intentan disuadir a migrantes de cruzar hacia EU

En este punto de la frontera norte de México, los uniformados desplegaron un operativo para recorrer la zona. Dicen que su objetivo no es detener a los migrantes, sino convencerlos de no cruzar.
En la frontera norte. Fuerzas federales mexicanas hacen recorridos en la zona del Río Bravo.

CIUDAD DE MÉXICO (Expansión Política).- La Policía Federal, apoyada por militares, desplegó un operativo para disuadir a los migrantes centroamericanos de cruzar desde Ciudad Juárez, Chihuahua, a El Paso, Texas, en Estados Unidos.

Al menos cinco patrullas con policías y militares cubren la zona entre los puentes internacionales de Zaragoza y Santa Fe, distantes a poco más de 20 kilómetros uno del otro, a lo largo de la línea fronteriza en Ciudad Juárez.

Ni las autoridades federales ni el gobierno de Chihuahua han dado cifras oficiales del operativo, así como tampoco del número de miembros de las fuerzas de seguridad que lo integran o del plazo y los objetivos a cumplir.

Del lado mexicano, las fuerzas de seguridad se acercan a los migrantes para llamarlos a retirarse del lugar y, en ocasiones, les piden una identificación para corroborar sus nacionalidades.

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"No estamos para detener a nadie, simplemente estamos para decirles que no crucen, pero si lo hacen, no los vamos a detener", dijo un uniformado, quien pidió el anonimato.

Algunos militares toman fotografías.

Esa zona del Río Bravo se ha convertido en los últimos meses en un recurrente espacio para que los centroamericanos que han llegado desde finales de 2018 a Ciudad Juárez intenten cruzar a Estados Unidos y entregarse a la Patrulla Fronteriza con el fin de iniciar sus trámites de asilo.

Según cifras oficiales, hasta antes del inicio de este operativo de seguridad en la línea fronteriza por esta zona cruzaban alrededor de 600 migrantes centroamericanos cada día.

Migrantes, familias, personas solas y hasta niños que viajan solos aprovechan para cruzar por abajo de los puentes, ya que en esa parte no hay agua en el río, cuyo flujo generalmente es regulado por los estadounidenses.

Los migrantes no evitan ser vistos ni por la policía mexicana ni por la Patrulla Fronteriza, sino que usualmente caminan hacia sus integrantes y se entregan.

Desde octubre de 2018 comenzaron a entrar a México caravanas de migrantes, muchos de los cuales se dirigieron a Ciudad Juárez, donde actualmente se calcula que hay alrededor de 16,000 de países como Cuba, El Salvador, Honduras y Guatemala.

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Las autoridades de Estados Unidos han devuelto a México desde marzo a unos 5,600 migrantes que solicitaron asilo en ese país y que deben esperar en territorio mexicano a que su petición sea resuelta.

México elevó también la seguridad en su frontera sur con la Guardia Nacional para intentar reducir el flujo migratorio, conforme al acuerdo con Estados Unidos para evitar la aplicación de aranceles a sus productos.

Con información de EFE.