Publicidad
Publicidad

La migración abre otro frente para el gobierno de AMLO

Entre las caravanas provenientes de Centroamérica y las amenazas desde el norte, la migración se ha convertido en un asunto 'caliente' para la administración de Andrés Manuel López Obrador.
sáb 27 abril 2019 07:00 AM
Migrantes
Migrantes. Los migrantes centroamericanos que llegan a México suelen caminar o avanzar al norte arriba de trenes que parten de Chiapas.

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).- La migración, tanto en el norte como en el sur del país, se ha convertido en otro flanco débil para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien desde campaña prometió apoyar a los centroamericanos y mexicanos en otros países, en especial en Estados Unidos.

Tan solo en los dos primeros meses del año, se ha devuelto a 13,643 personas de países de Centroamérica y repatriado desde EU a 29,660. Aunque la cifra no es la más alta en los últimos tres años, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, reconoció esta semana que existe un flujo migratorio "inédito".

"Se estima que durante los primeros tres meses de este año han transitado por México cerca de 300,000 personas migrantes para ingresar de manera irregular a los Estados Unidos. Claro que sí hay un cambio en el flujo migratorio que está entrando a nuestro país permanentemente", dijo la funcionaria en una conferencia de prensa.

El académico de El Colegio de la Frontera Norte (Colef) Eduardo Mendoza coincide en que se está dando un cambio en el tipo de migración.

"Estamos en un parte aguas donde se han incrementado de manera sustancial estos flujos de migrantes. Antes el fenómeno era hormiga, en el sentido de que había mucha migración, pero de individuos, no de caravanas; esto es un nuevo fenómeno que genera todo un desafío para las autoridades mexicanas para controlar y dar orden a esta migración bajo los principios que rigen la política exterior", afirma.

Recomendamos: México presenta política migratoria basada en desarrollo y DH

Publicidad

¿Cuál ha sido la política de México?

Berenice Valdez, coordinadora de políticas públicas del Instituto para las Mujeres en la Migración, AC (IMUMI), señala que, por la situación geográfica de México y las políticas de EU, es una realidad que muchos migrantes están escogiendo México como destino o por primera elección o segunda elección, pero no ha habido un pronunciamiento del gobierno en políticas de inclusión.

"La migración es dinámica y nunca podrá ser estática, eso es histórico; las políticas públicas tendrían que ser dinámicas con un marco lo suficientemente abarcador para generar respuestas que protejan a las personas tanto migrantes como nacionales", comenta.

El gobierno mexicano se comprometió en diciembre de 2018 con el Pacto de Marrakech a mantener una política migratoria con respeto a los derechos humanos. Asimismo, el presidente López Obrador busca concretar un convenio con EU para impulsar el desarrollo en la región.

No obstante, las amenazas de Donald Trump, de poner un muro en la frontera, imponer aranceles o romper relaciones para evitar que mexicanos y centroamericanos lleguen a su país de manera ilegal, así como las caravanas, representan un frente para el gobierno.

La olla de presión

Dos meses antes de la toma de protesta López Obrador, una caravana de alrededor de 7,000 integrantes —según cifras estimadas de la ONU— se encaminó hacia México con el sueño de llegar a EU. Y a esta le siguieron otras más.

Conoce más: La SRE reconoce "incidente" entre militares de México y EU en la frontera

Desde 2016, en la frontera norte el panorama no era mucho más esperanzador, pues decenas de haitianos y cubanos se instalaron en ciudades fronterizas esperando cruzar al otro lado. A esto se había sumado el temor de un incremento en las deportaciones por el arribo de Trump a la Casa Blanca y el endurecimiento de las medidas migratorias.

"Es un problema que a México lo toma por dos pinzas: la pinza del sur del flujo creciente y la pinza del norte, el endurecimiento de los procesos para la aceptación de visas humanitarias por parte de Estados Unidos", dice Mendoza.

En los primeros dos meses del año se registraron 29,660 repatriados, cuando en el mismo periodo de 2018, se alcanzó la cifra más alta en este rubro con 32,017. En el primer bimestre del último año de Barack Obama —2016—, fueron repatriadas 29,843 personas, mientras que en 2017, el año en el que Trump tomó protesta, el número fue de 25,859 solo en febrero y marzo.

En el caso de los extranjeros devueltos, el último año de Obama en total hubo 150,919 mexicanos retornados de EU. En el siguiente, la cifra fue de 167,064. Para 2018, hubo un incremento fuerte para llegar a 203,711.

Lee: Detenciones y protestas: ¿Qué pasa en la frontera sur de México?

El experto del Colef señala que en la administración de Obama hubo muchas más deportaciones y retornos voluntarios, que no es más que la disyuntiva entre estar en la cárcel o regresar, y que con Trump esto ha cambiado sobre todo porque está enfocándose en "pseudomilitarizar" la frontera y utilizar recursos para contener la migración hacia su país.

"El fenómeno es muy complejo para México porque, por un lado, tenemos un flujo creciente y, por el otro, una pseudamilitarización de la frontera, lo que tiene efectos sociales para el país", expone.

Valdez añade que se tiene que generar un plan bien estructurado y coordinado con los demás países de origen, porque EU está deportando a solicitantes de asilo de Centroamérica para que esperen el proceso en México, y aunque el gobierno ha dicho que no aceptará ser lo que se denomina "tercer país seguro", eso es recibir la carga.

"México no tiene las condiciones ahorita y no debería asumir la responsabilidad del gobierno estadounidense, no les pueden negar la protección, y eso lo aplaudimos, pero tampoco debe dejar que se generen esas condiciones en los Estados Unidos", advierte.

Newsletter

Los hechos que a la sociedad mexicana nos interesan.

Publicidad

MGID recomienda

Publicidad