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AP ve en la boda de César Yáñez 'dificultad de alejar a políticos de los lujos'

La boda de César Yáñez y Dulce Silva es la última muestra de cómo, desde la Revolución, los políticos mexicanos se vincularon con la clase adinerada, señala un texto AP.
vie 05 octubre 2018 02:45 PM
La boda del colaborador de AMLO César Yáñez y la empresaria Dulce Silva generó una fuerte polémica ante el discurso de austeridad del presidente electo.

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - La boda de César Yáñez ilustra la dificultad de alejar a la clase política mexicana de su longevo gusto por el lujo, señala un cable de la agencia AP difundido este viernes.

"Esta es una historia de amor que se remonta a los días posteriores a la Revolución (1910-1917), cuando los ricos fueron vilipendiados y los funcionarios reprimieron a la Iglesia mientras, en secreto, enviaban a sus hijos a escuelas católicas, entraban en familias de clase alta por medio de matrimonios y se construían mansiones neobarrocas en vecindarios elegantes", asegura la información.

A la boda en Puebla también asistió Beatriz Gutiérrez, esposa del presidente electo.

César Yáñez —propuesto para ser coordinador de Política y Gobierno en la próxima administración, exvocero y hombre cercano a Andrés Manuel López Obrador por casi dos décadas— se casó la semana pasada con la empresaria Dulce Silva en una ceremonia llena de lujos que se celebró en Puebla. La noticia del evento acabó en la portada de la revista de sociedad ¡Hola!.

El texto de la agencia estadounidense refiere que López Obrador parecía estar fuera de lugar y quizás sentirse incómodo. Y compara la publicación del enlace matrimonial con la aparición de la actual primera dama, Angélica Rivera, en la misma revista.

"En los últimos años, las viviendas de lujo y los brillantes relojes de pulsera han sido las tarjetas de presentación favoritas de la élite política. Irónicamente, fue ¡Hola! quien destapó de forma inadvertida el mayor escándalo de corrupción de los últimos tiempos. En 2013, la revista de sociedad publicó una fotografía de la esposa del actual presidente Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera, posando en una lujosa mansión completamente blanca. Resultó que Rivera estaba comprando la mansión a un constructor favorecido por el gobierno, y más tarde se vio obligada a renunciar a ella".

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El escrito recuerda que López Obrador prescribió una política de “austeridad republicana” para el gobierno que encabezará desde el 1 de diciembre, como antídoto a décadas de corrupción y políticos con un alto nivel de vida que han disgustado al mexicano medio.

"El matrimonio, celebrado a finales de septiembre, ocupó 19 páginas en la revista esta semana y recibió críticas generalizadas por parte de quienes decían que tenía poco que ver con la imagen de un hombre que se comprometió a rebajar a la mitad su salario presidencial, que vuela en clase turista, se niega a tener escolta del servicio secreto y prefiere juntarse con agricultores de pequeñas ciudades y comer en baratos restaurantes locales", contrasta AP.

En el texto se retoman expresiones de líderes de opinión y escritores como Genaro Lozano y Guadalupe Loaeza, quienes criticaron el lujo del evento.

“Queda anulado para siempre y durante los próximos sexenios el adjetivo fifí para descalificar críticas de aliados y de opositores”, criticó en Twitter Genaro Lozano.

"(Guadalupe) Loaeza estimó que el enlace tuvo un costo de más de 250,000 dólares y dijo que la indignación era mayor entre los seguidores de AMLO porque 'nos ofrecieron un país diferente (...) con esto nos insultaron'", citó la agencia en el texto que contó con la colaboración de María Verza.

Tras el escándalo, Yáñez no ha podido ser contactado, pues al parecer está de luna de miel. AP destacó la respuesta de Andrés Manuel López Obrador —quien suele usar el calificativo 'fifí' para referirse a los políticos, organizaciones y hasta la prensa afín al régimen que lo precedió— a las críticas por su asistencia a la boda de su colaborador.

Sus opositores, dijo, “andan buscando cualquier posible error para hacernos la crítica”.

“No me casé yo. Yo fui invitado, asistí; cada quién es responsable de sus actos”, expresó AMLO en su defensa ante la oleada de críticas.

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