7 enseñanzas que dejaron los ciudadanos tras el #19S
CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - La tarde del 19 de septiembre de 2017 la Ciudad de México dio un vuelco en tan solo 3 minutos.
Un sismo de magnitud 7.1 tomó por sorpresa a millones de capitalinos que estaban en sus casa, en sus oficinas, en sus talleres, en las calles. Lo mismo pasó en los estados de Morelos y Puebla, también afectados por el movimiento telúrico.
Y ahí, en medio de la desesperación por encontrar a amigos y familiares, en el intento de miles por llegar a sus casas y abrazar a los suyos, los ciudadanos también salieron a las calles y asumieron las labores de rescate.
Estas son las enseñanzas que nos dejó aquel día que siempre vivirá en la memoria de los mexicanos:
Te recomendamos: #19S | El día que el sismo interrumpió las clases
1. La tecnología como aliada. Apenas unos minutos después de ocurrido el sismo, en las redes sociales comenzaron a circular los videos que daban cuenta de su magnitud: edificios que se desplomaban, fachadas que caían a pedazos, personas en crisis.
Más allá del papel testimonial, en poco tiempo los usuarios cambiaron el rol de las redes sociales y las emplearon como un canal para apoyar las labores de rescate, con la difusión de mapas digitales con ubicaciones de las zonas afectadas, hospitales donde se atendía a heridos, centros de acopio y albergues.
Este medio también se usó para difundir información sobre las necesidades que se tenían en los puntos más afectados: “Se necesitan voluntarios” o “Se requieren palas, herramienta, agua…”, fueron algunos de los mensajes que se replicaban en Twitter y Facebook.
2. El nacimiento de Verificado. Con miles de versiones sobre edificios colapsados también surgieron las noticias falsas y rumores que de igual forma eran replicados los cibernautas.
Ante ello, un grupo de activistas, periodistas y programadores decidieron sumar esfuerzos para verificar toda la información relacionada con la tragedia antes de difundirla. Con los datos se logró conformar un mapa general de los tres estados más afectados, así como una base de datos en la que se incluía todo aquello que había sido corroborado.
3. Los jóvenes a las calles. Los millennials, ese sector de la población criticado por su falta de participación, salió ese día a las calles e hizo suyas las labores de rescate y de difusión de información relacionada con la tragedia.
En las zonas de derrumbes, los jóvenes debían esperar hasta tres turnos para poder continuar con las labores de rescate ante la alta participación; en los albergues y centros de acopio, la situación fue similar. Incluso, hubo casos en los que se les remitió a otro punto por la alta presencia de voluntarios.
Recomendamos: "Sobrevivimos al sismo, pero no a nuestro gobierno"
4. Desconocidos solidarios. Sin importar si se conocían, si eran vecinos o familiares, los capitalinos no dudaron en apoyar a los que habían resultado afectados. En las calles de colonias afectadas se podían ver extensiones eléctricas con mensajes como “conecta tu celular”, “conéctate a Internet aquí”.
En algunas casas, la gente abrió sus puertas para dar de comer a los voluntarios, para ofrecerles un café o hasta un espacio para descansar y platicar sobre lo sucedido.
Hubo casos en los que ingenieros y arquitectos se pusieron a disposición de los afectados para verificar los daños en sus casas sin cobrar por sus servicios o aquellos donde la genta compartía un sus vehículos para llevar ayuda a comunidades afectadas.
5. Capacidad de organización. La ausencia de las autoridades en ese momento de crisis llevó a la población a organizarse para rescatar a las personas que aún se encontraban entre los escombros y para clasificar y repartir víveres.
Al exterior de las zonas de derrumbe se instalaron carteles con horarios y tareas específicas y a cada voluntario se le asignaba alguna actividad en específico para hacer eficientes los trabajos.
En otros casos, brigadas de ciclistas y motociclistas se encargaban de ir de un punto a otro de la ciudad para repartir herramientas, comida o para buscar en aquel donde había excedentes.
6. Redes que perduran. La unidad que surgió de la tragedia perduró entre aquellos ciudadanos cuya vida cambió a partir del sismo. Los damnificados del Multifamiliar de Tlalpan han ido de la mano en busca de respuesta de las autoridades.
CIUDADanía19S es otro de los esfuerzos colectivos que surgió a partir de la tragedia y que hasta el día de hoy difunde información relacionada con el sismo, incluso crearon el “Manuel para la Reconstrucción con Dignidad” en el cual además de lineamientos para las recuperación de los inmuebles perdidos da sugerencias a los capitalinos para enfrenar un nuevo riesgo en la Ciudad.
7. Ciudadanía vigilante. La solidaridad con las víctimas del sismo tuvo alcance internacional, gobiernos extranjeros enviaron apoyos humanos y monetarios para ayudar a México a superar la tragedia. Las suspicacias sobre un mal uso de los recursos se tradujeron en una exigencia ciudadana para transparentar su destino.
Como una medida de rendición de cuentas, el gobierno lanzó la plataforma Fuerza México en la cual se puede dar seguimiento a cada uno de los apoyos que se destinaron tanto del gobierno federal como de otros países.
Te puede interesar: La iglesia en ruinas donde recuerdan el bautizo frustrado del #19S