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Las lecciones que dejó la mudanza del INEGI a Aguascalientes

Tras el sismo de 1985, el gobierno emprendió el camino para reubicar las oficinas centrales del instituto. El proceso ofrece lecciones de cara a la mudanza de dependencias que plantea López Obrador.
mié 25 julio 2018 07:01 AM
INEGI
Mudanza. La ciudad de Aguascalientes recibió a la institución a mediados de los 80.

CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico) - Trasladar dependencias de la Ciudad de México al interior del país — como plantea hacerlo el virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador — no es una novedad.

Durante la década de los 80, cuando el PRI encabezaba el gobierno federal, la administración de Miguel de la Madrid ensayó la descentralización de los servicios de educación, salud y estadística. Según los análisis que se han realizado desde entonces, en este último rubro fue en el que se dio una experiencia más exitosa.

Quizás entonces tú apenas estabas por nacer o tal vez tus padres aún ni siquiera se conocían. Si es así, aquí te contamos cómo fue la mudanza de las oficinas centrales del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) a la ciudad de Aguascalientes, en medio de una reestructura interna y tras la tragedia del sismo del 85.

¿Cómo le hicieron, cuánto costó, qué efectos tuvo...?

¿Cuándo se descentralizó el INEGI?

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El proceso ocurrió entre 1986 y 1988.

¿Por qué se mudó el instituto?

La reubicación del INEGI fue parte de una reestructura interna que estaba en marcha, así como del programa desplegado por el sismo del 19 de septiembre de 1985.

Juan Lobo Zertuche, quien fue coordinador de la mudanza, explicó a ADNPolítico que el INEGI estaba en proceso de absorber algunas tareas que hasta entonces realizaban alrededor de 16 dependencias federales diferentes, algunas de cuyas instalaciones resultaron dañadas.

¿Cuánto costó?

De acuerdo con un desglose de estimación presupuestal citado en el documento La descentralización de la vida nacional: la experiencia del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática 1985-1988, se invirtieron al menos 13,186 millones de viejos pesos.

¿Cuántos trabajadores se mudaron y quién los eligió?

No existe una cifra precisa. El INEGI necesitaba 3,000 trabajadores. Algunos estudios calculan que entre 1986 y 1987 a Aguascalientes llegaron alrededor de 2,500 familias, de cinco integrantes en promedio.

Para elegirlos, el INEGI aplicó 4,537 encuestas entre sus empleados, de los cuales 1,639 aceptaron mudarse; otros 1,431 no estaban seguros y el resto se negó.

Además, consultó con los representantes sindicales temas de derechos laborales, como la antigüedad y prestaciones, así como los apoyos que requerirían para trasladarse.

En la fase inicial, llegaron 200 trabajadores de la Dirección General de Geografía; después fueron 2,000 empleados y, en la última etapa, otros 1,000.

Lee: La descentralización impulsa la economía regional: experto

¿Por qué se eligió Aguascalientes?

Los criterios para elegir al estado fueron: concentración poblacional, infraestructura, disponibilidad de agua, comunicaciones, educación y salud, indicadores económicos y cercanía de la capital. Los candidatos que los cumplían con esto eran Aguascalientes, Guanajuato, León, Morelia y San Luis Potosí.

El INEGI eligió Aguascalientes por su “alta prioridad para el desarrollo urbano nacional”; capacidad de satisfacer las demandas de vivienda, equipamiento y servicios; su crecimiento económico por arriba de la media nacional y su ubicación al centro del país.

Sin embargo, el factor crucial para la decisión fue la voluntad política y la labor activa del gobierno estatal, coinciden la institución, Lobo Zertuche y la investigadora Rebeca Padilla.

“El gobierno local planteó un programa y lo cumplió”, destaca Padilla, académica de la Universidad Autónoma de Aguascalientes.

La administración del gobernador priista Rodolfo Landeros (1980-1986) aportó con:

  • Localización, contratación y adaptación de instalaciones para oficinas.
  • Programa de vivienda para los trabajadores (se construyeron y equiparon tres fraccionamientos).
  • Difusión institucional.

En contraste, las ciudades descartadas fueron: Monterrey y Guadalajara, por su concentración poblacional; Toluca, Cuernavaca, Pachuca y Puebla, por su tendencia a la conurbación; Yucatán, Baja California, Ciudad Juárez y Chiapas (fronteras), por el costo que habría implicado su lejanía, y Veracruz, Mazatlán, Tampico, Guaymas y Manzanillo (costas), por ser más propicias para generar divisas vía turismo y actividad portuaria.

Lee: La mudanza de secretarías ¿por qué y para qué?

¿Cómo apoyó el gobierno a los trabajadores reubicados?

Los empleados que participaron en la mudanza tuvieron:

  • Créditos y facilidades para comprar o rentar vivienda.
  • Oferta de empleos a familiares.
  • Viajes para conocer la ciudad donde se les proponía vivir.

¿Qué falló?

La sensibilización. El INEGI lanzó un programa de difusión que se concentró en “mantener informado al personal (...) acerca del desarrollo del programa de reubicación”, así como en “poner al tanto a la sociedad aguascalentense del quehacer institucional”. Sin embargo, la falta de concientización tanto a la comunidad que llegaba como la sociedad hidrocálida generó rechazo y discriminación de los ciudadanos locales y dificultó la inserción de los recién llegados.

El otro caso no tan exitoso

Además del INEGI, Aguascalientes fue la primera ciudad con una delegación de la Secretaría de Educación Pública (SEP). El modelo de descentralización consistió en transferir al estado las facultades de planeación y programación educativa, administración de recursos humanos, financieros y materiales, y los servicios de preescolar a secundaria (general y técnica) y educación para adultos en modalidad abierta.

Algunos efectos del movimiento fueron:

  • Reducción del gasto vía ajuste administrativo y medidas de austeridad y racionalidad.
  • Mayor control de matrícula en educación normal y mejora en la capacitación.
  • Homologación salarial de los docentes, salvo a los de educación normal.
  • Agilidad en pago a maestros.
  • Crecimiento del aparato burocrático (se crearon siete nuevas subdirecciones por cada nivel educativo).
  • Asignación precaria y extemporánea de los recursos.
  • Problemas por control sindical desde nivel central, al igual que relaciones tirantes entre el delegado del SNTE y gobierno estatal.

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