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Claudia Ruiz, la nueva dirigente del PRI, y los retos ante la derrota

La sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari asume la dirigencia del priismo, en medio del llamado a una reingeniería del partido tras la derrota del 1 de julio.
lun 16 julio 2018 05:58 PM
La nueva líder
La nueva líder Claudia Ruiz Massieu asumió la dirigencia del PRI 15 días después de las elecciones presidenciales. (Foto: Prensa PRI)

Claudia Ruiz Massieu, sobrina del expresidente Carlos Salinas de Gortari, sabe que tiene una tarea difícil por delante al asumir la dirigencia nacional en un momento en el que el PRI no goza de la fuerza con la que gobernaba antaño. Por el contrario, tras las elecciones del pasado 1 de julio, el partido sufre unos de los peores momentos en su historia.

El tricolor perdió las nueve gubernaturas que estaban en juego en las pasadas elecciones, se convirtió en la quinta fuerza política en el Congreso y su abanderado a la presidencia de la República, José Antonio Meade, fue el candidato del PRI menos votado en la historia de la institución.

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A continuación te contamos quién es la nueva líder del PRI y cuáles son los retos que tiene frente a ella.

¿Quién es Claudia Ruiz Massieu?

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Claudia es hija de José Francisco Ruiz Massieu y Adriana Salinas, hermana del expresidente Carlos Salinas. Estudió la licenciatura en Derecho en la Universidad Iberoamericana y una maestría en Políticas Públicas Comparadas en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.

Fue miembro del equipo de transición del presidente Enrique Peña Nieto como coordinadora de Derechos Humanos y Transparencia y, al inicio del sexenio, fue nombrada secretaria de Turismo, cargo que dejó en 2015 para asumir la titularidad de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

En enero de 2017, cuando Peña Nieto hizo nuevos cambios en el gabinete, Ruiz Massieu fue destituida de su encargo y su puesto fue ocupado por Luis Videgaray Caso. Dos meses después, fue nombrada secretaria general del PRI.

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Dentro de la dirigencia del partido, fungió como secretaria en las presidencias de Enrique Ochoa y René Juárez, quien renunció este lunes y por orden de prelación dejó su puesto a Ruiz Massieu.

La sobrina de Salinas ha sido diputada en las legislaturas LIX y LXI, y ocupa el primer lugar en la lista de plurinominales para llegar al Senado por el PRI en septiembre próximo. También fue coordinadora de Vinculación Ciudadana la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), uno de los sectores más activos del partido.

¿Qué dijo en su primer mensaje como presidenta del PRI?

"Estoy consciente que asumo esta responsabilidad en el momento más complejo que hemos encarado en nuestra historia reciente", reconoció en su primer discurso como líder del PRI, luego de que René Juárez Cisneros dejara el puesto.

La excanciller afirmó que encabezará al partido en su reestructuración e hizo un llamado para construir la democracia al interior del partido.

"Tengo la certeza de que, nuevamente, desde la unidad y a partir de la democracia interna, con nuestra militancia al centro, lograremos replantearnos, reinventarnos y renovarnos, a fin de refrendarnos como el partido grande, el partido popular, que conquiste nuevamente la confianza, la mayoría ciudadana, para seguir sirviendo a México", aseguró.

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Ruiz milita desde hace 26 años en el Partido Revolucionario Institucional, un partido en el que –comentó– ha aprendido que las adversidades los impulsan a ser más fuertes y transformarse.

"Soy una priista de la resistencia: forjé mi carrera y mi identidad priista desde la oposición y tuve el honor de caminar, junto con la militancia, en aquel primer esfuerzo de reconstrucción, con el que recuperamos finalmente la Presidencia en 2012", aseguró.

¿Cuáles son los retos que tiene por delante?

Como ella misma dijo en su discurso, asume la dirigencia del partido con el reto de reestructurlo y reinvindicarlo, y en medio de conflictos internos.

Recuperación de votos: en las últimas elecciones, los candidatos del PRI no han tenido buenos resultados. Excepto Enrique Peña Nieto, quien en 2012 recuperó la presidencia con 19 millones de votos, sufrió las derrotas de Francisco Labastida en 2000 y en 2006 de Roberto Madrazo, quien antes de José Antonio Meade era el abanderado con menos votos, con 9.2 millones. En 2018, el exsecretario de Hacienda consiguió 7 millones de sufragios.

Quinta fuerza en el Congreso: en la Cámara de Diputados, el PRI pasó de ser la primera fuerza a la quinta, con apenas 45 legisladores, mientras que Morena tendría 191; el PAN, 82; PT, 61 y Encuentro Social, 55. Esa cifra lo pone en una posición peor que la de 1997, cuando perdió la mayoría absoluta.

Menos recursos: los resultados electorales provocarán que el partido tenga una caída en sus recursos. De acuerdo con la consultora Integralia, recibirá un estimado de 800 millones de pesos para 2019, mientras que este año obtuvo 1,094.2 mdp en prerrogativas.

Menos estados gobernados: con la nueva composición electoral, el PRI gobernará en la menor cantidad de entidades que nunca, con 12. En las elecciones de 2000, cuando el partido perdió por primera vez las elecciones presidenciales, seguía gobernando en la mayoría de las entidades. En 2015, cuando empezó su declive, gobernaba en 19 estados; en 2016, en 15, y en 2017 bajó a 14.

División interna: la elección de Meade como candidato del PRI no causó simpatías en todos priistas, quienes acusaron que se debió haber oído a la militancia priista y de ella sacar al elegido, como en las pasadas elecciones. Un grupo dirigido por Ulises Ruiz acusó que el partido ignoró a la militancia en el proceso de selección del candidato y responsabilizó a Enrique Peña de la derrota .

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