El municipio de Escobedo, Nuevo León, es el primero a nivel nacional en usar relojes que emiten una alerta de auxilio. Esta iniciativa busca proteger a mujeres que sufren violencia de género en sus hogares.
Al presentar los dispositivos, la alcaldesa, Clara Luz Flores explica que la propuesta nace de la preocupación que se tiene por el incremento de agresiones durante el actual periodo de aislamiento, debido al COVID-19.
Se trata de un sistema electrónico que permite avisar directamente a la policía de proximidad (PROXPOL) en caso de sufrir una agresión. Además, los dispositivos tienen la capacidad de enviar la ubicación y grabar el incidente para tener más elementos al presentar la denuncia.
“El reloj salvavidas activa una alerta al C4, donde una persona estará las 24 horas pendiente y sabrá la ubicación del denunciante, ya que el dispositivo tiene georreferenciación”, añade la edil.
El dispositivo permite que la policía más cercana pueda llegar a salvaguardar la vida de la víctima
Para otorgar un reloj, la casa de atención a víctimas, Puerta Violeta, realizará un estudio para determinar la situación de las víctimas, su riesgos, atención requerida y antecedentes de llamadas de auxilio.
Hasta el momento –indica Flores Carrales— se han entregado dos relojes a mujeres que sufrieron violencia de género.
Protocolo de protección a víctimas
Los elementos de la PROXPOL han sido capacitados para actuar rápidamente cuando se reciba una alarma. Tras acudir al llamado, los uniformado remitirán a los involucrados ante un juez cívico, quien a su consideración podrá girar una Orden de Restricción Municipal.
Cabe señalar que esta figura legal ha sido desarrollada especialmente para aplicarse durante la contingencia, por lo que su aplicación es inmediata y tiene una duración de un mes para proteger a la víctima durante el confinamiento.
Posteriormente, en conjunto con la Unidad de Atención a Víctimas (UNAVI), el Instituto Municipal de la Mujer y Justicia Cívica, continuarán el apoyo.
El Municipio brindará a las personas afectadas apoyo psicológico, legal, emocional, seguimiento, monitoreo, talleres y demás alternativas para salir de los círculos de violencia.
Al agresor se le brindará, en caso de que lo solicite, apoyo para eliminar sus actitudes violentas a través de cursos de contención de ira.
