Bajo una fuerte lluvia, cubiertos con paraguas, cartones, bolsas, impermeables y toallas, los migrantes emprendieron el viaje a las 6:30 horas.
En un primer tramo, caminaron más de 8 kilómetros, por lo que ya pasaron el primer retén migratorio donde estaban algunos miembros de la Guardia Nacional (GN) y el INM, que se limitaron a observar el avance del contingente.
El director del Centro de Dignificación Humana, Luis Rey García Villagrán, expuso que hay más de 5,000 familias, incluyendo cerca de 93 mujeres embarazadas y 3,000 niños.
"Es necesario que esta crisis migratoria se atienda conforme a la ley, visas humanitarias por un año, inmediatamente, que sean válidas en territorio nacional", expresó a Efe García Villagrán, activista conocido por acompañar y defender las caravanas de migrantes.
Atrapados en el sur de México
John Romero, migrante venezolano, le indicó a Efe que buscan la visa humanitaria que han prometido las autoridades mexicanas en el pasado, pero que hasta ahora no han obtenido una respuesta.
En su lugar, dijo, les dieron una cita para dentro de tres meses, lo que los obligó a salir rumbo al norte de México porque las autoridades los llevan presos y deportan a Guatemala.
"Nosotros no queremos quedarnos en México, lo que queremos es salir, por eso vamos con todo caminando", manifestó.