En los Centros de Control, Comando, Comunicación y Cómputo (C4) de Torreón y Saltillo, grupos de policías estatales y funcionarios monitorean las calles en busca de personas con comportamientos sospechosos. Es el primer intento en México de operar a nivel estatal un sistema que reconoce rostros a través de datos biométricos, un compuesto matemático que deriva de la geometría facial, y cuyo avance e implementación en el mundo no ha estado libre de críticas.
En las computadoras habilitadas para la vigilancia en los C4, una interfaz de diseño futurista muestra el procesamiento de rostros captados por cámaras de reconocimiento facial. Un día después de la manifestación feminista, el sistema ya registraba más de 44.7 millones de capturas de imágenes de rostros en Coahuila.
Un software con inteligencia artificial integrado a las cámaras procesa las imágenes y las compara con otros rostros almacenados en el sistema y cuyos perfiles ya han sido identificados previamente. El sistema compara y coteja rostros automáticamente y en tiempo real y si se genera un match, el programa emite una alerta y activa un protocolo de seguimiento por parte de elementos de la policía con capacidad de reacción.
A decir de las autoridades, el sistema es tan avanzado que puede distinguir a personas con cubrebocas o pasamontañas, inclusive cuando las imágenes son borrosas.
