En el arranque de la “nueva normalidad”, al que el país llega con 16,962 casos activos, los cuales son un factor determinante en el color de los semáforos para determinar las actividades que están permitidas en cada entidad.
Los activos representan el 18.70% de los 90,664 casos acumulados que se registran hasta este momento en el país, siendo la Ciudad de México la que tiene el mayor número con 4,074 y la mayor tasa, con 45.17 por cada 100,000 habitantes.
A partir de este lunes, las autoridades de Salud señalaron que la estrategia se basará en cuatro criterios principalmente para ver el estado actual de cada entidad respecto al COVID-19.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, explicó que los elementos serán la ocupación hospitalaria, la tendencia hospitalaria, la tasa de reproducción del virus y el porcentaje de positividad, entre otros.
Por ello, aun cuando hay entidades que registran menos casos acumulados y decesos, como Colima, no necesariamente tiene en óptimas condiciones alguno de los otros factores, por ejemplo la tasa de casos activos, que es de 5.6 y está por encima de Zacatecas, el único estado con un nivel de riesgo naranja.
López-Gatell enfatizó que si uno de los cuatro criterios que se evalúan se mantiene en rojo entonces la situación en la entidad deberá ser considerada de "riesgo máximo", es decir que, de acuerdo con el semáforo que el gobierno federal presentó la semana pasada, 31 estados están en esa condición.
“La nueva normalidad inicia con todo el país en color rojo del semáforo, excepto Zacatecas, que está en color naranja y esto quiere decir que las 32 entidades federativas están en una situación de alto riesgo”, aseguró.
Por tasas de acumulados, las personas con COVID-19 respecto al número de población que tiene cada entidades, la Ciudad de México, Tabasco, Baja California, Quintana Roo y Sinaloa son las entidades con los más altos índices. Mientras que en sentido opuesto se encuentra Nuevo León, Jalisco, Durango, Colima y Zacatecas.
Aun cuando tienen las más altas tasas, no necesariamente tiene el mayor número. Por ejemplo, aunque Baja California (5,075) tiene más positivos por COVID-19, que Tabasco (4,140), por número de habitantes, la situación cambia.
Al igual que en casos como Colima, que registra solo 151, pero tiene una tasa más alta que Zacatecas, que cuenta con 292 confirmados. Estos son algunos de los elementos a tomar en cuenta para la toma de decisiones, ya que la densidad de población puede cambiar la circulación del virus SARS-CoV-2.
En el caso de los decesos, las mismas cinco entidades con más acumulados son las que tienen las mayores tasas, pero cambia un poco en el lado opuesto, ya que Durango, San Luis Potosí, Guanajuato, Jalisco y Nuevo León, son los que están abajo en el ranking.
Otro de los elementos a considerar es la ocupación hospitalaria, es decir, el número de camas disponibles para atender a los pacientes. En este caso, por ejemplo, aunque el Estado de México no figura entre las entidades con las mayores tasas de acumulados, fallecimientos y activos, es la que tiene la menor disponibilidad hospitalaria en estos momentos.
Además de esos criterios, las autoridades de salud toman en cuenta el porcentaje de positividad en los sospechosos.
De acuerdo a un informe de la Secretaría de Salud, hasta el 10 de mayo, la tasa era de 37.8 a nivel nacional, sin embargo presenta amplias variaciones entre los estados. Pues mientras Morelos, tenía una tasa de positividad de 69.1, es decir que por cada sospechoso, tres podrían ser positivo, la tasa de Durango era de 13.5, por cada sospechoso, uno podría ser positivo.
Al respecto, la Secretaría planteó que debe revisarse el posible retraso en la emisión de resultados, en las entidades con mayor número de sospechosos así como las diferencias en cuanto al porcentaje de positividad, lo cual puede estar relacionado con mayor o menor circulación de virus.
