MONTERREY, Nuevo León.— En menos de cinco años, el matrimonio de Isabela Luna pasó de ser una historia de amor a un verdadero calvario.
La mujer de 24 años, residente del municipio de Cadereyta, Nuevo León, sufrió en ese periodo insultos, golpes y amenazas de muerte por parte de su ahora exesposo, Luis Rivera, quien también actuó con violencia en contra de la hija de ambos.
Isabela se divorció de él en abril de este año y, según cuenta el juez Rogelio Escamilla, su caso es solamente uno de los constantes divorcios que se realizan en el estado, en este caso, motivado por violencia intrafamiliar.
“Se casó demasiado joven, y por lo que me platicó, se casaron por la niña, por el mero compromiso y el deber de estar en matrimonio, y puede que por presión de los padres”, dice Escamilla, quien es juez mixto de lo Civil y Familiar Oral del Quinto Distrito Judicial.
En su más reciente reporte, correspondiente a 2018, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestra que Nuevo León es la entidad del país con la mayor tasa de divorcios.
Durante el año pasado, se registraron 63.8 divorcios por cada 100 matrimonios, según el organismo. La media en México es de 31.2 y, en contraste, los de menores índices son Chiapas, con 12.1, y Veracruz, con 13.4.
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Escamilla señala que, por su experiencia en estos casos, el principal motivo de divorcio en los últimos años ha sido justamente el referido por Isabela: ser víctima de actos violentos.
“La mayoría simplemente refiere violencia familiar. Lo primero es la violencia familiar, la violencia doméstica”, dice.
Además, otro factor que fomenta los divorcios en la entidad es que en Nuevo León, a diferencia de lo que pasa en otros estados, existe la figura del divorcio incausado, es decir, cuando la ruptura del matrimonio puede solicitarla solo uno de los involucrados, sin el consentimiento de la pareja.
Desde 2017, explica el juez, en Nuevo León se pueden dar divorcios con procesos cortos, en los que pasan 15 días o incluso menos para que se realice la audiencia correspondiente.
“Si uno de los cónyuges solicita el divorcio, aunque el otro no quiera, el divorcio se da”, dice.
A nivel nacional, detrás de Nuevo León están Chihuahua y Aguascalientes, con tasas de 56.9 y 53.6 divorcios por cada 100 matrimonios, respectivamente.
En todo el país, en 2018 se registraron 156,556 rupturas. Según el INEGI, en 60.4% de los casos se trató de divorcio incausado y en 36% fue por mutuo consentimiento.
