XALAPA, Veracruz.— La orden de un juez para dejar que el exfiscal de Veracruz Luis Ángel Bravo y dos de sus excolaboradoras acusadas de desaparición forzada vivan sus procesos penales en libertad representó otra victoria para el grupo del exgobernador Javier Duarte, actualmente preso en la Ciudad de México por actos de corrupción, al tiempo de que propinó otro golpe al bloque del también exmandatario panista Miguel Ángel Yunes, quien en su mandato presumió la detención de exfuncionarios duartistas.
Bravo estaba en arresto domiciliario, al igual que la exdelegada de la Policía Ministerial Carlota Zamudio y la exdirectora de Averiguaciones María del Rosario Zamora. Los tres fueron acusados en el bienio de Yunes (2016-2018), cuando se les atribuyó entorpecer investigaciones y permitir que responsables de desapariciones evadieran la justicia por el caso de los cuerpos hallados en la barranca La Aurora.