En Jalisco, el gobernador Enrique Alfaro promete su propia 'transformación'
GUADALAJARA, Jalisco (ADNPolítico).- Desde el arranque de su campaña por el gobierno de Jalisco, Enrique Alfaro planteó una refundación del estado, un “nuevo acuerdo”, un rompimiento con “el pacto de corrupción e impunidad” y con el viejo sistema político, y establecer lo que describió como otra relación entre la entidad y la Federación.
“Que quede claro y que se escuche hasta la Ciudad de México: nunca más un Jalisco ignorado y ninguneado por el gobierno federal, ni un gobernador arrodillado y sometido por el presidente de la República”, dijo en la contienda de 2018, en la que estuvo postulado por Movimiento Ciudadano (MC) y logró superar a sus rivales.
Hoy, a poco más de dos meses de haber asumido el poder el 6 de diciembre, Alfaro ha dado pasos para empezar esa refundación, desde reestructurar áreas del Ejecutivo estatal hasta plantear una nueva Constitución local, en un proyecto que encuentra semejanzas con lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador —fundador de Morena y con quien Alfaro ha tenido diferencias— quiere hacer a escala nacional: alcanzar la “cuarta transformación” de México.
Lee: Los temas que han confrontado a Enrique Alfaro y López Obrador
La reestructura
Una de las primeras acciones del gobernador fue cambiar la estructura de la llamada ‘superfiscalía’ de Jalisco, que fusiona a las anteriores Procuraduría General de Justicia y Secretaría de Seguridad Pública.
En sentido inverso, dividió a la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas en tres dependencias: Secretaría de Hacienda Pública, Secretaría de Administración y Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana.
Además, decidió contar con una jefatura de gabinete con un presupuesto de 158 millones de pesos, con una Consejería Jurídica, con una Unidad de Enlace Federal y Asuntos Internacionales, así como con cuatro coordinaciones temáticas con presupuestos con cientos de millones de pesos. Estas son:
- Coordinación General Estratégica de Seguridad: 259 mdp.
- Coordinación General Estratégica de Desarrollo Social: 362 mdp.
- Coordinación General Estratégica de Crecimiento y Desarrollo Económico: 11 mdp.
- Coordinación General Estratégica de Gestión del Territorio: 18 mdp.
A estos montos se suma el que el gobierno estatal definió para difundir sus actividades, que asciende a 394 mdp, 72% más que los 228 mdp que el que tuvo el anterior gobernador, Aristóteles Sandoval, del PRI, en su último año de mandato.
El recorte de áreas
La reestructura del gobierno no solo implicó fusiones o la creación de instancias, sino también la desaparición de algunas áreas, siete en total.
Los organismos que han desaparecido son el Consejo Estatal para la Atención e Inclusión de Personas con Discapacidad, el Instituto de Movilidad y Transporte, el Instituto de la Artesanía Jalisciense, el Instituto Jalisciense del Emprendedor, el Instituto de Fomento al Comercio Exterior, el Instituto Jalisciense de la Juventud y el Instituto Jalisciense de las Mujeres.
En este último caso, la extinción generó una ola de críticas contra Alfaro, por parte de grupos feministas que lo acusan de no dar prioridad a un sector vulnerable a la desigualdad y actos de violencia.
Lee: ‘Albazo’ en el Congreso de Jalisco: Diputados eliminan Instituto de las Mujeres
Hacia una nueva Constitución
A la par de estos cambios administrativos, Alfaro ha empezado a impulsar un proyecto político mayor: la propuesta de que Jalisco cuente con una nueva Constitución.
En el 102 aniversario de la promulgación de la Constitución del país este 5 de febrero, envió una iniciativa para modificar el artículo 117 Bis de la Carta Magna local y, así, sentar las bases de la refundación.
Su propuesta consiste en crear un Congreso Constituyente con amplia participación ciudadana, incluso “un poco más grande” que el que tuvo la Ciudad de México en años recientes para elaborar su ley fundamental.
Lee: La Constitución de la CDMX entra en vigor
Alfaro plantea que este órgano esté integrado por diputados de la actual Legislatura, diputados federales y senadores de la entidad, cinco representantes del Poder Ejecutivo estatal, cinco representantes del Poder Judicial y dos representantes de cada uno de los distritos uninominales de Jalisco, elegidos por los ciudadanos. Estos constituyentes tendrían cargo honorífico y tendrían un año para hacer su trabajo.
De llegar a concretarse lo anterior, Jalisco iría en busca de su cuarta Constitución.
Jesús Becerra Ramírez, jefe de la Dirección de Estudios Jurídicos de la Universidad de Guadalajara, advirtió que impulsar un Congreso Constituyente no es tarea menor, pues implica plantear y responder preguntas como si los poderes están perfectamente divididos, si los órganos autónomos cumplen o no su función y cuál es el estatus de los derechos de los ciudadanos.
“Si se va a hacer una refundación, va: es válido hablar de un Congreso Constituyente; pero si en ese Congreso Constituyente va a haber personas designadas, no se va a hablar de un Congreso Constituyente, va a hablarse de un órgano dialógico y de consulta”, dijo.
Para evitarlo, consideró el investigador, es necesario que los jaliscienses tengan cultura democrática y que una sociedad madura participe.
De momento, sin embargo, la idea de Alfaro ya debió enfrentar una primera polémica, luego de que surgieron acusaciones sobre que contenía ideas plagiadas de un documento académico. Horas después de que se dieron a conocer esos señalamientos, la administración estatal emitió un comunicado en el que tachó de falso que hubiera tal plagio.
Les comparto la carta del Dr. Ballesteros a manera de fotos: pic.twitter.com/gCSwg84nx1
— Enrique Alfaro (@EnriqueAlfaroR) February 6, 2019