CIUDAD DE MÉXICO (ADNPolítico).– A una semana de la explosión de una toma clandestina en Tlahuelilpan, Hidalgo, el número de fallecidos asciende a 114, mientras que 33 personas aún permanecen hospitalizadas.
La Secretaría de Salud federal detalló en un comunicado que de los 114 decesos, 46 fueron pacientes hospitalizados por las quemaduras que sufrieron.
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Se dio a conocer que de las personas hospitalizadas, 23 están en unidades de la Ciudad de México, cuatro en el Estado de México, tres en el estado de Hidalgo y tres en Galveston, Texas.
“Algunos de los pacientes hospitalizados tienen más propensión a presentar infecciones sistémicas en riñones, en la función cardiovascular y en las vías respiratorias, debido a que en el momento de la explosión respiraron aire caliente y sufrieron quemaduras en tráquea y bronquios”, informó la dependencia.
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El pasado viernes, 18 de enero, una explosión en una toma clandestina en un ducto de Pemex que corre por la comunidad de San Primitivo, en Tlahuelilpan, Hidalgo, causó la muerte de más de un centenar de personas y heridas a otras decenas, enlutó al estado y al país.
A la fecha, la Fiscalía General de la República (FGR) aún trata de determinar exactamente qué causó la explosión, así como de determinar quién o quiénes abrieron la toma clandestina. Por ello, aún no hay detenidos.
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El robo de combustibles es un delito que ha crecido en los últimos años. La situación hizo que en diciembre el gobierno federal lanzara un plan contra el huachicoleo, que ha levantado polémica porque implica el cierre de ductos y esto, a su vez, ha causado escasez en algunas entidades.