“Tenemos como responsabilidad refrendar nuestros triunfos electorales": Granados

El Partido de la Revolución Democrática (PRD) tiene la misión para este 1 de julio de retener las entidades que ha gobernado durante los últimos seis años, en un proceso electoral en el que ha materializado una alianza con el PAN y en el cual Manuel Granados Covarrubias, su líder nacional, ve además una posibilidad de triunfo en la contienda presidencial.

Las elecciones de 2006 y 2012 pusieron al PRD muy cerca de la Presidencia. Su candidato era en ese entonces Andrés Manuel López Obrador —hoy convertido en uno de sus principales adversarios políticos—. Seis años después, el sol azteca está nuevamente en la pelea por Los Pinos, aunque ahora con el PAN de aliado y con el PRI y Morena como sus principales rivales.

Pero más allá de la elección federal, el principal reto para el PRD está en mantener el poder en los estados donde actualmente gobierna y que se han convertido en sus bastiones principales a nivel nacional.

“Tenemos como responsabilidad refrendar nuestros triunfos electorales en Tabasco, en la Ciudad de México, en Michoacán, en Morelos y tenemos también una revisión en el estado de Chiapas, en donde seguramente vamos a participar de manera muy puntual, y que eso genere también un triunfo electoral”, dice el líder perredista a ADNPolítico, desde sus oficinas en la Colonia Roma.

Para las elecciones locales, el PRD ha concretado alianzas con el PAN y Movimiento Ciudadano en al menos seis estados: Guanajuato, CDMX, Yucatán, Tabasco, Chiapas, Veracruz y Puebla. Los estados que están en duda son Jalisco, donde Ricardo Anaya ha manifestado su respaldo a Enrique Alfaro, precandidato de MC, mientras que en Yucatán, los albiazules tienen a Mauricio Vila como su posible abanderado.

Solo Morelos está fuera de la alianza con el PAN, en esta entidad el partido que preside Granados irá coaligado con el Partido Social Demócrata, una agrupación local.

En Chiapas, donde gobierna el PVEM, el PRD busca recuperar la gubernatura que perdió en 2012, después del sexenio de Juan Sabines, a quien el sol azteca abanderó en coalición con el PT y Convergencia, hoy Movimiento Ciudadano.

Unidad interna

A cinco meses de la elección federal, Granados se muestra confiado en que la alianza con los albiazules y los de Movimiento Naranja triunfará y asegura que el PRD está unido en torno a su abanderado Ricardo Anaya Cortés.

“Todas las expresiones vamos unidas a enfrentar este ejercicio electoral del 2018. Es algo que para nosotros es muy importante destacar porque eso permite que podamos nosotros también tener esta posibilidad de triunfo para la Presidencia de la República”, presume.

Entre las coincidencias que hay detrás de esta alianza, Granados destaca el tema de la renta básica universal, uno de los principales planteamientos de Anaya, el cual ya está asentado en la Constitución de la Ciudad de México. Otro de los puntos que menciona es el de la revisión del salario mínimo y el del fortalecimiento de la producción agrícola.

Sobre la posición de Anaya en las encuestas, que lo colocan a una distancia de entre seis y 10 puntos con respecto a López Obrador, el líder de los perredistas asegura que la brecha se cerrará una vez que avance el proceso electoral.

Los temas incómodos

Sobre los temas en los que el PRD difiere del PAN, como el matrimonio igualitario y la interrupción legal del embarazo, Granados explica que al contar con un pronunciamiento de la Corte estos “ya no están a discusión”.

“Nosotros tenemos muy clara cuál es la vocación de postulados de principios, de ejercicios de gobierno en donde también tenemos esa responsabilidad”, apunta Granados.

A pesar de ello, la posición albiazul en torno a estos temas no ha cambiado y se mantiene firme en sus posturas anti-aborto y de la familia como eje de la sociedad mexicana.

Los alcances de la alianza

La historia de las alianzas entre el PRD y el PAN se remonta a 1991, aunque comenzó a rendir frutos hasta 1999 en la elección a gobernador de Nayarit. Las victorias de 2016 y 2017 en Veracruz, Durango, Quintana Roo y Nayarit son los éxitos más recientes. Granados atribuye esos triunfos a los esfuerzos que se han emprendido en materia social desde sus administraciones.

“Lo que empieza como un programa social que hoy ya se convierte en ley, ya es un tema de una agenda de derechos universal y que permite que las personas puedan contar con estos beneficios que permiten disminuir la marginalidad, la pobreza de generar mayores ejercicios de inclusión en la toma de decisiones”, expone el líder partidista.

Este año esa dupla enfrentará la contienda más importante del país, teniendo como rival a López Obrador, a José Antonio Meade y a por lo menos otros tres contendientes que buscarán dar la lucha por la vía independiente.

Tanto del sol azteca como Acción Nacional han enfrentado salidas de militantes que se han incorporado a las filas de Morena. Sin embargo, el dirigente perredista confía en que ello no impactará en los resultados de la elección.

“Morena se ha dedicado en gran medida a construir a partir de compañeras y compañeros [que] no tienen una capacidad de aportar algo más allá de lo que ya hicieron en el PRD”, afirma.

Apuesta por la juventud

A pesar de la polarización que podría presentarse a medida que se acerca el proceso electoral, Granados espera que la del 1 de julio sea una jornada con amplia participación, particularmente de los jóvenes en quienes han enfocado parte de sus esfuerzos.

“[Hay] una amplia expectativa en torno a cómo hemos visto nuevos votantes que serán quizá los que definan el rumbo del país. Los jóvenes de 18 a 20 años que por primera vez votarán, que tendrán esta decisión también en sus manos”, señala.

En los últimos meses, detalla, la dirigencia perredista se ha enfocado a tener encuentros con este sector de la población para presentarles los planteamientos del partido en materia de apoyos para la educación y el empleo, que considera están entre sus principales preocupaciones.

Otro de sus ejes de trabajo está orientado a la construcción de un proyecto que parte de lo local a lo nacional, pues asegura que las necesidades de estados y regiones se deben entender con un enfoque particular y a partir de ello hacer el diseño de las políticas públicas.