Ganan todos, incluso perdiendo
El detalle poco explorado es que todos los partidos tendrán una “ganancia” en curules, pero ante el triunfo de Morena y sus aliados el reparto eclipsa la ganancia opositora, ya que no les alcanzará para que los partidos minoritarios puedan incidir en la aprobación de leyes.
El exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y periodista Eduardo Huchim, explica que la aplicación de la Constitución deber ser como siempre, no sujeta a la coyuntura de quién gana o pierde.
Resalta que la oposición tendrá un crecimiento de diputados, “la comparación de lo que ganaron por mayoría relativa y lo que tendrán de representación proporcional es escandalosa”.
Con las cifras de diputados pluris que el INE se apresta a asignar el viernes, se tiene que “el PAN ganó 32 distritos y le dan 40 adicionales, eso es 125% más de lo que ganaron en las urnas.
“Y en el caso del PRI le dan un 288%. Ganó nueve distritos y le dan 26 más. Eso es ganancia. Y el caso para mí más notable es el de Movimiento Ciudadano, que ganó un distrito ¡y le dan 26 para un total de 27¡, es decir sólo ganó un distrito y todavía se quejan”, expresa el analista.
En postura opuesta, el politólogo Rodrigo Salazar Elena, profesor investigador adjunto en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), valora que la sobrerrepresentación en sí misma “no es un problema constitucional” pues está prevista y regulada.
El problema es el haber aplicado “triquiñuelas” para beneficiarse de ese mecanismo por el cual los partidos menos votados pueden acceder al Congreso, y aplicarlos a una coalición mayoritaria.
“A diferencia del sistema electoral alemán que también es mixto, con diputados por mayoría y de representación proporcional, la forma en que se distribuyen los escaños es tal que el porcentaje de votos se corresponde con el porcentaje de diputaciones casi a la perfección. Pero el caso mexicano no es así", explica.
Sin embargo, la ley sí prevé dos mecanismos para evitar la sobrerrepresentación excesiva: “una es que ningún partido político tenga una sobre representación mayor al 8% y la otra que ninguno tenga más de 300 diputados”.
“El problema es que Morena con sus aliados el PT y el PVEM, en una triquiñuela que el Verde desarrolló con su exaliado el PRI antes, pero ahora llevó su knowhow a su nueva alianza con Morena. Lo que hicieron fue un contrato de coalición”.
En ese “contrato” en distritos uninominales en que era previsible que ganaría Morena se definió el triunfo en esos distritos como triunfo del Verde o del PT, así que ahora no hubo transferencia de votos, sino de triunfos”, expone el politólogo de la Flacso.
Por eso considera que es válida una interpretación de la Constitución que considere el objetivo principal de la representación proporcional y de su mecanismo de asignación es equilibrar a las fuerzas políticas en el Congreso, pero que no se asignen tantas para que ninguna pueda por sí sola reformar la Constitución.
“El objetivo de esta limitación era impedir la sobrerrepresentación excesiva es que ninguna agrupación política pueda por sí misma reformar la Constitución ese fue siempre el objetivo. Si esa Coalición actúa al unísono creo yo que una interpretación es decir que la coalición para efectos de capacidad de transformar la Constitución debe ser considerada una fuerza política”, valora.