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Revive 4T modelo de "cachirules" y obtiene 26 curules en la Cámara de Diputados

Los futuros legisladores aparecieron en la boleta electoral como candidatos a diputados del Partido Verde, cuando tienen militancia en Morena; se hizo para evadir el tope de sobrerrepresentación.
jue 08 agosto 2024 11:59 AM
Morena, PT Y VERDE
Los partidos de la 4T se prestaron candidatos para poder ganar más espacios en el Congreso.

La asignación de diputados plurinominales se acerca, y el Instituto Nacional Electoral (INE) revisó la afiliación efectiva de los legisladores electos, en donde detectó a 27 diputados que compitieron con el color de un partido, pero en realidad pertenecen a otro.

De esos casos, 26 se refiere a legisladores postulados por Morena y sus aliados, el Partido Verde (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT).

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No se trata de algo nuevo, antes ya se ha aplicado esa "modalidad", donde diputados del pertenecientes a Partido Verde Ecologista de México (PVEM) compitieron con las siglas de Morena y en la pasada elección fue al contrario: en la boleta aparecieron como diputados del PVEM, pero en con militancia morenista.

Así, 17 virtuales diputados electos son militantes de Morena, pero se "disfrazaron" de candidatos verdes y seis se colaron como si fueran del PT, por lo que en total 23 morenistas ocuparon postulaciones de sus aliados. En tanto, uno del PVEM y dos petistas se presentaron con cachucha guinda.

En la oposición, el INE también detectó un caso: un militante del PRI que contendió y ganó su elección bajo las siglas del PAN.

Un viejo "truco"

La postulación de candidatos que militan en un partido, pero están afiliados a otro no es rara y, de hecho, es una estrategia que usó en 2012 y 2015 el PRI con sus exaliados el PVEM y Nueva Alianza (Panal).

En 2018, el modelo lo copiaron. Morena y sus aliados el PT y Encuentro Social (PES); lo repitieron en 2021 morenistas, petistas y el PVEM, con el que tres años antes sólo había coalición legislativa que evolucionó a electoral.

En todos los casos, la intención de postular 'cachirules' fue burlar controles y lograr la sobrerrepresentación en la Cámara de Diputados: al aparecer con menos diputados de los ganados en realidad, el tricolor y luego Morena, pudieron gozar de 8% de sobrerrepresentación de diputados federales.

Actualmente la estrategia está en desuso, pues el Instituto Nacional Electoral (INE) los detecta y los contabilizan al partido al que está afiliado el candidato ganador para efectos de asignación de diputados plurinominales, expertos electorales consideran que no ha variado el afán de control, sino la táctica.

El cambio de estrategia

Para evadir esos controles, el plan es ir en Coalición para aumentar el potencial de votos; los aliados que aceptan subsumirse son premiados con más diputados y más recursos para sus bancadas.

“La estrategia es ir coaligados. Si Morena hubiera competido solo, hubiera ganado 49% de las de los escaños nada más... ir en Coalición le permite a Morena 8% de sobrerrepresentación, para el PVEM otro 8% y para el Partido del Trabajo (PT) otro 8% y garantizar control morenista sobre dos bancadas más y sus excedentes”, explica Sergio Bárcena, director de Buró Parlamentario.

Detalla que con esa "modalidad" ni Morena, ni Verde ni PT violan ese 8%, pero si lo sumas está sobrerrepresentada esa coalición. "Se hizo la coalición para poder tener más diputaciones, sin ganar más distritos”, remarca.

La estrategia podría resumirse en dividir en tres partidos lo que en realidad opera como una sola fuerza. El especialista electoral Said Hernández explica que los partidos de la llamada “Cuarta Transformación” son, en términos legislativos, uno solo.

“Lo novedoso no es que se pasen de un partido a otro, sino que no importa en cuál están o hacia donde migren: operan como uno solo. Antes sí había una división tajante de que cada partido tenía sus escaños y cada partido se rascaba con sus uñas. Ahora es tal la fuerza que tiene Morena, que el PVEM y el PT no son actores reales partidistas en el Congreso. Los tres están actuando como un bloque unitario”, refuerza.

Una evidencia de que se considera un solo bloque, una sola fuerza, es que la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde, ha presentado en dos ocasiones en la conferencia mañanera una diapositiva de los legisladores de la 4T que tendrá su partido en la próxima legislatura.

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Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación, muestra la distribución de los partidos políticos en la Cámara de Diputados y asegura que Morena tendrá mayoría calificada.

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Los cachirules de 2024

En diciembre 2023 –como pasó en 2021–, el INE acordó como parte del procedimiento para asignar diputados plurinominales que revisaría en qué partido militan cada uno de los candidatos a diputados ganadores, para efectos de que, al asignar legisladores de representación proporcional, se detecten y el partido en cuestión no exceda el 8% de sobrerrepresentación.

El acuerdo estableció que se consideraría “afiliación efectiva” la que esté vigente en el momento de la aprobación de los convenios de coalición que fueron registrados, es decir al 15 de diciembre de 2023.

Said Hernández explica que ese proceso consiste en que el INE verifica que los candidatos que presentó cada partido y cada coalición realmente tengan la afiliación en el partido por el que fueron registrados.

Esto con sus reservas pues, recuerda, los padrones de los partidos están bajo control de estos de modo que pueden cambiarlos cuando ellos decidan.

“Si analizas la trayectoria de un candidato resulta que ese candidato dice que es morenista, pero la coalición lo registró con otra sigla, el PT o el PVEM”, detalla.

También explica que tiene que considerarse la autoadscripción, es decir, la libertad de decidir en cuál partido quiere militar un candidato y eso complica una sanción.

Resultado de la revisión del INE a los candidatos triunfadores en cada uno de los 300 distritos se encontró que si bien algunos distritos estuvieron siglados a un partido lo cierto es que las personas postuladas como candidatos y candidatas pertenecen a otro partido distinto.

Según los datos del INE, llegarán como diputados verdes pero que militan en Morena los siguientes políticos:

Manuel Alejandro Cota Cárdenas, por el distrito 1 de La Paz, Baja California Sur, y quien es hijo del exgobernador Leonel Cota, y por el distrito 4 de Juárez, Chihuahua, Alejandro Pérez Cuéllar, hermano del alcalde de esa ciudad, Cruz Pérez.

Carlos Enrique Canturosas Villareal, integrante de la dirigencia de Morena en Tamaulipas, quien ganó el distrito 1 de Nuevo Laredo, pero siglado por el PVEM.

En cambio, serán diputados los morenistas que el PVEM anotó como si fueran suyos Delia María González en el distrito 10 de Chiapas; Rosario del Carmen Moreno, del Distrito 11 de Las Margaritas.

También pasaron como verdes o petistas Francisco Javier Guízar, Marcela Michel López, Diana Castillo, Iván Marín Rangel, Monserrat Ruiz Páez, Gloria Sánchez López, María del Carmen Bautista, Julia Arcelia Olguín, Graciela Domínguez Nava y Felícita Pompa Robles, pero todos son de Morena.

Otros llegarán a sus curules sin que sean personajes conocidos, pero gracias a la fuerza morenista. Es el caso de Raúl Álvarez Villaseñor, quien ganó en el distrito 6 de Zapopan, Jalisco, es militante del PVEM pero lo sigló Morena.

Las petistas Miriam de los Ángeles Vázquez, de Oaxaca y Olga Juliana Elizondo, de Reynosa, Tamaulipas, también aparecieron como si fueran morenistas.

El único caso cachirul opositor es Juan Antonio Meléndez Ortega, del distrito 5 de delicias, Chihuahua, quien fue siglado por el PAN pero es del PRI.

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Copian trampa

El truco de los diputados 'cachirules' fue denunciado por los hoy exrepresentantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante el INE y ahora morenistas, Pablo Gómez y Horacio Duarte, quienes en 2012 y 2015 exigieron –sin éxito– al organismo electoral no permitir la sobrerrepresentación del PRI.

Acusaron a los diputados del Verde que eran priistas e incluso Gómez denunció un “fraude de tercer piso” operado por el PRI para burlar los límites a la sobrerrepresentación en el Congreso.

Esa posibilidad de esconder tricolores bajo emblemas ajenos fue posible porque si bien en la reforma electoral de 2014 se regularon las coaliciones, y se prohibió que un partido registre a un candidato de otro partido, la excepción fue “salvo que exista una coalición entre ellos registrada legalmente”.

Además, se estableció la obligación de que el convenio indique el partido al que pertenece originalmente cada uno de los candidatos de la coalición y el grupo parlamentario o partido político en el que quedarán comprendidos en el caso de resultar electos, proceso que se conoce como “siglado”.

Es decir, aunque vayan juntos dos o más partidos, en el acuerdo de Coalición se debe indicar a qué partido debe contabilizarse el triunfo en determinado distrito, para el caso de diputados o fórmula al Senado, en el caso de senadores.

Así, el PRI “desconocía” a afiliados a su partido y se los cargaba al PVEM. En el 2015 fueron siete “cachirules” que triunfaron disfrazados de verdes pero que eran tricolores: Quirino Ordaz Coppel de Sinaloa; Cesáreo Jorge Márquez, de Hidalgo, Daniela de los Santos, de Michoacán; Víctor Manuel Giorgiana, de Puebla; Juan Manuel Celis, de Puebla; Edgar Spinoso y Cirilo Vázquez Parissi, ambos de Veracruz.

En 2018, lo mismo hizo Morena: 56 candidatos a diputados que ganaron sus distritos estaban siglados en el Convenio de Coalición como candidatos de los aliados pero eran militantes morenistas: fue el caso de 35 del PT y 21 del PES.

También está el ejemplo del supuesto “petista” Mario Delgado, quien apenas asumió la curul se pasó a Morena e incluso se volvió coordinador de la bancada.

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