Abordan el tema de la reforma electoral del presidente
En la charla con reporteros que cubren las actividades del Tribunal Electoral, los tres magistrados apelaron a la responsabilidad del Congreso de la Unión durante la discusión de la reforma electoral enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador para que esta se dé por consenso, pues recordaron que todos los ajustes a las reglas del juego deben realizarse antes y no al final de una contienda.
El magistrado Felipe De la Mata llamó a repetir el éxito de las reformas electorales aprobadas en 1977 y 1996, las cuales se aprobaron mediante consenso de todas las fuerzas políticas antes del inicio del sexenio y no al final, como actualmente se pretende
“Como aficionado a la historia, hay que recordar las dos grandes reformas que ha tenido el país y son dos: la de 1977 y la de 1996. Qué tenían como virtud estas dos reformas, punto número uno, se hicieron al inicio de un sexenio, no al final….y segundo, se llevaron a cabo por consenso en el que participan partidos políticos, académicos y autoridades”, detalló.
Su par, Felipe de la Mata llamó a la responsabilidad de los legisladores y que se invite a los actores para la discusión y enriquecimiento de la misma.
“Yo espero una responsabilidad mayor del Congreso de la Unión”, acotó el magistrado, al precisar que durante la discusión de la reforma constitucional al Poder Judicial de la Federación, fue éste órgano quien encabezó las tareas de hacer propuestas y hacerlas llegar a los legisladores.
“Ojalá también se nos dé esa oportunidad de ser escuchados en el Congreso y ahí manifestaremos nuestra opinión, seguramente”, puntualizó.
La magistrada presidencia Mónica Soto confió en que, durante la eventual discusión de la iniciativa de reforma electoral, se escuche la voz de las y los magistrados.
“Podemos confiar en ser escuchados para los temas de la reforma que involucran al Tribunal Electoral. Hasta ahorita, por lo menos, a mí no se me ha buscado para una opinión, pero me parece que hay la posibilidad de diálogo y de ser escuchados”, acotó.
Soto aclaró que el Tribunal Electoral no es un actor político, ni es el enemigo o adversario a vencer, ni mucho menos pertenece a partidos políticos ni poderes.
La Sala Superior, dijo, es la última instancia para resolver todos los medios de impugnación que se presenten en esta instancia y para calificar los procesos electorales, por lo que garantiza su actuación con apego a los principios constitucionales de certeza, legalidad, independencia, autonomía y profesionalismo.